Cuba calcula pérdidas en más de 19 millones de dólares causadas por el bloqueo al sector agrícola solo en 2020, según ha dicho el viceministro del Ministerio de la Agricultura, Maury Hechavarría Bermúdez.
A juicio del funcionario, los productores cubanos se ven privados del acceso al mercado y a las tecnologías estadounidenses para garantizar sus cosechas, y entonces no pueden comprar insumos, fertilizantes, plaguicidas, equipos de riego, maquinarias y otros equipamientos.
Con el gobierno de Donal Trump, el bloqueo perjudicó considerablemente al sector empresarial, junto a las cooperativas no agropecuarias y en los productores, de modo que afectó directamente la producción de alimentos.
Por acuerdos bilaterales desde el año 2000, Cuba compra alimentos en Estados Unidos, pero lo debe hacer mediante el pago en efectivo, por adelantado y utilizando bancos de terceros países, proceso de compra que debe completarse antes de que los productos se envíen a Cuba.
«Nuestro país debe identificar instituciones financieras en terceros países que estén dispuestas a efectuar los pagos que de por sí son montos muy altos porque se nos prohíbe realizarlos a plazos y sin posibilidad de acceder a créditos», señala Gabriela González García, especialista de la dirección de análisis y asuntos legales de EE.UU. en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
Además, en un encuentro virtual organizado por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, se divulgó una carta, con fecha del 14 de enero del 2021 dirigida al presidente electo Joe Biden y firmada por integrantes de la Coalición Agrícola de los Estados Unidos, en la cual se solicita apoyo para potenciar las exportaciones de alimentos a Cuba y el desarrollo de vínculos bilaterales.
En ese texto se destaca a Cuba como una oportunidad para los agricultores y ganaderos estadounidenses, cuando la isla importa dos mil millones de dólares en alimentos cada año y menos del diez por ciento proviene de ese país.
