La periodista española Ana Hurtado, devenida defensora del régimen cubano en su país, fue confrontada por un coterráneo suyo en un supermercado en Barcelona, quien terminó conminándola a que se fuera a vivir a la isla por su defensa a ultranza del comunismo.
El español le espetó defender a los «asesinos de Cuba», mientras un guardia de seguridad del supermercado trataba de controlar la situación. «Esta señora es impresentable», se escucha decir al español, en lo que Hurtado pedía la llegada de la policía.
«Que venga la policía, que a mí este señor me ha escupido y me ha pegado, porque soy comunista y bien», repetía la periodista filmando con su teléfono celular. «Es un gusano», agregó.
«Vete a Cuba, que en Cuba no puedes hacer esta compra», le decía el español. «Vete a Cuba, con el sueldo de los cubanos».
En una entrevista al periódico Granma, Ana Hurtado contó que pasó unos años sin ejercer la profesión, solo retomada por «el amor» que siente por Cuba.
«Yo decido defender a Cuba cuando me doy cuenta de que es el único lugar que quedaba en el mundo donde realmente existe el socialismo. Yo he vivido toda mi vida en el capitalismo salvaje por el cual cada día está más destruido el planeta y el ser humano en sus valores», dijo a Granma la periodista, quien además dice ser cineasta.
Recordó que después de los sucesos del 11 de julio fue que se sintió «moralmente obligada a defender la verdad de Cuba».
Sus visitas a La Habana comenzaron en el municipio de Regla, cuando decidió filmar un documental sobre la cultura africana en Cuba.
Una pequeña muestra (una sola persona y por un minuto) de lo que es un acto de repudio de los que han ocurrido en Cuba por décadas (decenas o cientos de personas y por horas). Esta vez le tocó a una comunista recibir la medicina que ellos mismos dan a otros. Me pregunto si la “compañera” Hurtado los ha criticado cuando ocurren en Cuba. Pregunta tonta. Son también “actos de intolerancia”. Detestables donde quiera que ocurran, peor cuando es el mismo gobierno el que los incita. Yo también los sufrí; sé lo que se siente. El que me hicieron a mi fue de los grandes. Y muchos de los que participaron ahora están fuera de Cuba disfrutando de lo mismo que ellos pretendían criticar. Y ustedes saben quiénes son, ¡hipócritas! Ese es el pueblo que nos gastamos.