Cada vez son más las cintas amarillas y rojas que delimitan las zonas de riesgos por el incremento de contagio de coronavirus en Santiago de Cuba, barrios completos y algunas áreas céntricas se encuentran en cuarentena y tanto comercios como oficinas de servicios básicos se encuentran cerrados.
De los 888 nuevos casos de coronavirus reportados en el país en el día de hoy, 105 pertenecen a la provincia de Santiago de Cuba, a la que solamente supera en casos la capital cubana.
En el Callejón del Carmen, ubicado en las cercanías de la popular calle Enramadas una de las zonas restringidas, los vecinos se mantienen bajo la prohibición de salir de las áreas delimitadas con cintas rojas y se quejan de las escasas opciones de venta de alimentos.
“Aquí se han unido dos graves problemas, el desabastecimiento y el coronavirus”, es el comentario de Sandra Mustelier vecina del lugar, quien además añade que la principal carnicería del barrio está cerrada, aunque desde mucho antes de que decretaran la cuarentena estaba desabastecida, y añadió:
“Tampoco están vendiendo pan por la libre, así que dependemos solo del que nos dan por la libreta y en mi casa somos tres adultos y cuatro niños, no nos alcanza con eso. Han venido a vendernos algunos productos porque no podemos salir de aquí, pero están caros y tampoco son comida, sino refrescos, galleticas dulces y caramelo”.
No escapan de la situación los residentes del municipio Palma Soriano, donde la realidad es mucho más delicada, requiriendo establecer “puntos de contención intermunicipales” en sus tres accesos para reducir el paso. A esta medida se le suma la desconcentración de servicios comerciales para evitar las aglomeraciones y los vecinos denuncian que no han asegurado los abastecimientos de alimentos como plantearon las autoridades.
“La gente se está escapando o viniendo por las azoteas y los callejones para poder comprar o vender un producto”, explica uno de los residentes. “Ayer compré tres ají por 15 pesos a un vendedor que vino por los techos y por la tarde pasó otro que vendía tres panes a diez pesos”, agregó.