El malecón habanero una de las maravillas que ofrece la capital de Cuba, testigo de amores, sueños y despedidas, se ha convertido en el centro de una polémica entre los cubanos, por la preocupación de una obra de restauración donde elevarlo hasta 1,25 metros lo consideran como una pérdida del famoso “sofá gigante”.
El Malecón está siendo restaurado como parte de un plan del Gobierno para frenar los efectos del cambio climático en una zona concurrida del barrio de Centro Habana, donde el mar ha provocado hundimientos de los cimientos hasta peligros de derrumbes. “Estamos ahora mismo reparando el muro, una construcción que data de más de 100 años de antigüedad que ha sido afectado debido a ciclones y huracanes producto del cambio climático”, expresó Dayana Estrada, una de las ingenieras que participa en el proyecto.
Muchos cubanos expresan que perderán la vista al mar, así como uno de los lugares más visitado de la capital tanto por cubanos como por turistas. Expresan que arruinarán la belleza de esta obra rodeada de casas, monumentos como el Castillo de la Real Fuerza, hoteles, entre otras bellas edificaciones.