Protagonista del mayor éxodo en su historia, pareciera como si la isla de Cuba se fuera a quedar prácticamente sola. Las protestas del 11 de julio del pasado año parecen haber sido el detonante para que miles de cubanos emprendieran un viaje sin intenciones de retornar a vivir una crisis sin precedentes en todos los ámbitos del país.
De acuerdo a las estadísticas de la Guardia Costera de EE.UU., desde octubre de 2021, se han detenido en el mar a más de 3.000 inmigrantes cubanos que se dirigían a la costa de Florida, una cifra superior a las registradas en los últimos cinco años fiscales combinados.
Más de 140 000 cubanos han sido detenidos en las fronteras estadounidenses entre octubre y mayo, cifra que sobresale al éxodo del Mariel de 1980 cuando 125 000 cubanos partieron del Puerto de Mariel cerca de La Habana entre abril y octubre de ese año.
Y es que actualmente el panorama no dista mucho del que conllevó a tales manifestaciones, la economía en general sigue siendo grave, largas filas y precios en rápido aumento para productos limitados, continuos apagones, mientras que las autoridades insisten en que los arrestados no son presos políticos, sino personas que violaron las leyes contra el desorden público, el vandalismo o la sedición o por instigación de grupos de oposición que desde los Estados Unidos.
“Cada vez hay menos jóvenes dispuestos a hacer una vida en el país”, dijo el abogado y analista político nacido en Cuba Luis Carlos Batista.
“Fácilmente puede ser que ese 1,5% de la población cubana se haya ido en apenas 10 meses”, precisó el experto.
