La Habana se mantiene en la fase de transmisión autóctona limitada de coronavirus, a pesar de esto en la capital el paso fin de semana se reportaron más de 300 denuncias por fiestas que se desarrollaron en la urbe, según dieron a conocer las autoridades en el territorio.
Los órganos de inspección que tuvieron participación en los hechos comunicaron que se impusieron un total de 37 multas, por violación del horario que es solo permisible hasta las 12 de la noche o por tener la música alta, pues de manera general las fiestas se celebraron cumpliendo las medidas orientadas.
El mes pasado, cuando La Habana se mantenía bajo un mayor rigor en cuanto a la movilidad de personas para evitar posibles contagios de COVID-19, circuló en las redes sociales el caso de una familia cubana a la que habían multado en un inicio con 20 pesos por poner la música alta pasadas las 12 de la noche. El valor de la multa se incrementó a 2000 pesos cuando la dueña de la casa comunicó que no portaba el carnet de identidad porque lo había extraviado. El hijo de la sancionada expresó a través Facebook “El problema es que este es el imperio de las multas”.
Por su parte las autoridades de la isla han dado a conocer que debido a las indisciplinas tan solo en el mes de septiembre se aplicaron más de 17.000 multas en La Habana, en la mayoría de los casos por no llevar puesto el nasobuco o por utilizarlo de manera incorrecta. A pesar que, desde el día primero de este mes en La Habana, se flexibilizaron algunas de las medidas restrictivas, como el toque de queda, se mantiene la aplicación de multas a quienes no cumplan con las medidas establecidas.
El pasado lunes, el Consejo de Defensa Provincial de La Habana, dio a conocer en una reunión que los inspectores pudieron apreciar muy poca afluencia de bañistas a las playas del este y el oeste de la ciudad. En un recorrido realizado se chequearon además 31 piscinas y solamente 19 se encontraban prestando servicio y lo hacían por debajo del 30% de la capacidad permitida.