En su recorrido por la provincia de Cienfuegos, Miguel Díaz-Canel fue alabado por un grupo de personas que le gritaban comandante en medio de la calle, un cargo que no ostenta y que resulta clara alusión a Fidel, Raúl Castro y la vieja cúpula del poder en Cuba.
El nuevo presidente de la Isla, designado por la Asamblea Nacional, lleva semanas recorriendo las provincias del interior del país. Intenta comprobar por él mismo cómo van las cosas en el país en ruinas que ha heredado.
Nadie sabe a ciencia cierta hasta qué punto hará uso del poder que supuestamente le confiere su nuevo cargo, aunque él mismo ha dejado caro que las decisiones importantes continúan en manos de Raúl Castro.
En su viaje por Cuba, se le ha visto pretendiendo acercarse al pueblo. Saluda a todos en las calles y ha caminado kilometros bajo el sol, según refiere a prensa oficialista que le sigue con cámaras y micrófonos para reportar el trabajo del nuevo presidente. No obstante, la gente parece ver en él un simple representante del Gobierno que lleva más de seis décadas imperando en la Isla.
En Santiago de Cuba, mientras Díaz-Canel saludaba a la gente, le gritaban ¡Viva Fidel!. En Cienfuegos le han dicho comandante.
Con información de Cibercuba