En un artículo que culpa a Estados Unidos de la avalancha de cubanos que se lanzan al Estrecho de la Florida para afincarse en ese país, el periódico Granma vuelve a la carga en busca de una apertura de servicios consulares en La Habana.
El artículo muestra consternación por quienes intentan «la azarosa travesía, atraídos por los cantos de sirena del sueño americano», a quienes el autor del texto llama «víctimas de la política del Gobierno de EE. UU., al estimular la inmigración ilegal como arma en la guerra sucia contra Cuba», sentencia.
El texto recuerda a 107 cubanos en lo que va de año interceptados por funcionarios de la Guardia Costera, cifra que supera las estadísticas totales de los 12 meses anteriores.
De acuerdo con Granma, «la mafia que opera esa ruta cuenta con casas secretas en Miami; una flotilla de lanchas rápidas, tripuladas por gente dispuesta a todo por ganarse unos dólares, y una larga experiencia en esta y otras actividades ilegales».
De ese modo, «los delincuentes establecen contacto con cubanos residentes en territorio estadounidense y ofrecen, mediante el pago de una fuerte suma de dinero, unos 10 mil dólares, para trasladar, desde las costas del archipiélago hasta Miami, a sus familiares», cuenta el texto.
«Se sabe que la orden dada por los cárteles a los lancheros, si las fuerzas del orden detienen una embarcación en el mar, con migrantes a bordo, es hundir la embarcación y no dejar testigos», explica el diario.
En conclusión, para el granma queda bien claro quiénes «incentivan la emigración ilegal y la tragedia que viven algunos incautos en la siempre peligrosa ruta del Estrecho de la Florida», que estimulan de manera constante a la emigración ilegal.
Esto sucede, a juzgar por el periódico de tirada nacional, «mientras se incumplen los acuerdos refrendados entre Cuba y Estados Unidos sobre este tema y permanece la Ley de Ajuste Cubano», eso sumado al bloqueo económico desde Washington, «recrudecido en medio de la pandemia de la COVID-19».