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“El Tarzán de las colas” tema musical que provoca indignación en muchos cubanos

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Muchos cubanos muestran indignación por el tema musical de Virulo y Kelvis Ochoa, El Tarzán de las colas, que va en contra los coleros y consideran como una burla ante las necesidades de los cubanos y el tema de la escasez que viven en la actualidad.

El tema fue estrenado en noviembre de 2020, y aunque no llega ni a 3 mil visualizaciones en YouTube, ahora se aprovechó  para respaldar la disposición del Ministerio de Cultura y de la Egrem en financiar un vídeo que privilegia el punto de visto del Gobierno sobre los coleros; una actitud totalmente opuesta a la del gobierno cubano ante estreno de Patria y Vida, que insta a la urgencia de un cambio democrático en Cuba.

“Cuando vayan a llamar ‘pagados’ a quienes ponen su arte o su trabajo en función de criticar lo que está mal en Cuba, recuerden que este ‘himno contra los coleros’ y otros temitas similares los patrocina (paga) el Ministerio de Cultura, el Instituto de la Música y la EGREM (dinero público de todos nosotros)”, escribió en Facebook José Raúl Gallego, quien sentenció que a la vista del resultado y del alcance, se trata hasta de “dinero mal gastado”.

“La anemia creativa, la hipocresía indolente y la alegría forzada que emanan a litros de esta cantata y video, resultan entre cómicas y patéticas”, escribió por su parte el artista Julio Llópiz Casal; quien añadió que se trata de un producto que aumenta “la lista de bodrios con que el poder en Cuba distrae la atención de los problemas que tiene, ha creado y se niega neciamente a resolver”.

“Acabo de oír una canción que no me ha gustado nada. Virulo y Kelvis Ochoa, creo que, en efecto, las colas no son un misterio para Scotland Yard. Son responsabilidad de la mala administración y la precariedad a que nos condena el gobierno cubano”, sentenció la activista Camila Lobón, quien tildó la canción de “caricaturización que asienta como idiosincrática nuestra miseria económica y política”.

“Es terrible eso de banalizar la tragedia al servicio del poder que la causa y a la altura de sus edades, no deberían permitirse semejantes torpezas, cuando no hipocresías. Porque dudo que estos músicos hagan colas. De hacerlas, a menos que estén iluminados o sean masoquistas, sabrían que no hay comicidad alguna en horas, días, meses, años, de vida y trabajo malgastados en malcomer y malvivir”, amplió Lobón.

“Este tema es un buen ejemplo de obra musical bien ejecutada que al mismo tiempo socializa un mensaje que interpreto como reaccionario, con juegos, devaneos y burlas hacia las circunstancias y quienes las sufren (colas, coleros y ciudadanos que no las inventaron) e ignora y es complaciente con las causas y los responsables (sistema político y económico)”, escribió al respecto Enrique Guzmán Karell y también añadió:

“Virulo y Kelvis no son novatos ni ingenuos. Como artistas y figuras públicas deben saber que no todo se presta a chistes y burlas y que ahora mismo ese es un tema de altísima molestia e impacto popular, y que la mayoría de la gente sabe o sospecha por qué están obligados a hacer colas”. Guzmán Karell recuerda que “hay cuestiones o sensibilidades que van más allá de los posicionamientos políticos y son de simple empatía, respeto y sentido común”.

“¿Qué gracia esconde verse obligados a hacer colas en la madrugada?”, pregunta, y subraya que se trata de “arte bien ejecutado, pero socialmente irresponsable”, que invita a cuestionarse si es arte “conservador, reaccionario, complaciente con el poder, oportunista, arte o interpretación cobarde”.

A la creciente ola de criterios sobre la canción se van sumando las de los usuarios en Twitter, uno de ellos la calificó de “denigrante”, “una burla al pueblo”, y ha pedido a los dos cantantes que «se bajen de la mata de la deshonestidad”. A Virulo decididamente «las musas se les fueron de vacaciones», escribió otro interesado en el tema.

Cuando Virulo compuso, Con Cuba no te metas, tema financiado por el Ministerio de Cultura y estrenado poco después del desalojo de los huelguista de San Isidro, periodistas, artistas y cubanos en general  en redes sociales dijeron lamentar y rechazar que un artista talentoso como él se arrodillara de forma tan flagrante, desde el punto de vista creativo, ante el Gobierno cubano.

El Tarzán de las colas, dirigido por Mildrey Ruiz y en el que interviene el humorista Telo González, exporta a una realidad que enfatiza la escasez en que viven los cubanos.

En tiempos de toque de queda en La Habana, por el coronavirus, que prohíbe circular en el horario de 7 de la noche a 5 de la madrugada, se conoce de personas que hacían colas encaramados en los árboles para burlar la vigilancia y ser los primeros en marcar en las largas filas para comprar alimentos. Otros optan por dormir en los pasillos de edificios inmediatos a las tiendas en MLC, para intentar ser los primeros en las colas.

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