Una de las medidas dictadas por el Gobierno cubano para frenar el avance de la COVID-19 en el país, en su tercera ola de contagios, ha sido la implantación del aislamiento preventivo obligatorio para viajeros internacionales, en función de lo cual destinó hoteles para que cubanos residentes en el extranjero y turistas que arriben a la isla cumplan dicha restricción.
La jefa de relaciones públicas de la empresa estatal Havanatur, Isabel Ocampo, explicó que se han habilitado doce hoteles en Cuba, la estancia será de seis días y cinco noches para esta cuarentena, la mitad de estas instalaciones se encuentran en La Habana y el resto distribuidos por toda la isla.
Los viajeros no deben salir de sus habitaciones, el costo de las mismas está entre los 40 y los 100 dólares la noche. El director de Hotel Comodoro (4 estrellas, de la cadena cubana Cubanacán), Omar Milián, afirmó que en sus instalaciones se encuentran hospedados más de un centenar de personas de distintas nacionalidades bajo cuarentena.
El criterio de parte de la cliente Madeline Hernández, una cubana de 49 años, asegura que es una buena opción, ella viaja gracias a su ejercicio laboral en una firma extranjera, llegó de República Dominicana el martes, está hospedada en el Comodoro porque su empresa le pagó la estancia, y puede continuar trabajando desde su confinamiento porque tiene servicio de Internet desde su habitación.
Cuba, instauró un protocolo que establece la realización de una prueba PCR a la entrada al país y otra a los cinco días, asumiendo un nivel más alto de seguridad cuando, en las últimas semanas, se comenzó a exigir un resultado de PCR negativo de coronavirus previo al abordaje y se redujeron las frecuencias de los vuelos procedentes de países como México, Panamá y Estados Unidos.
El Gobierno y las autoridades sanitarias en Cuba, atribuyen al arribo de cubanos residentes en el exterior que viajaron para visitar a sus familiares, una de las causas fundamentales del incremento y propagación de la enfermedad en esta etapa. Cuba, reanudó gradualmente las operaciones aéreas ante la mejoría que experimentaba la situación epidemiológica del país.
Entre las regulaciones, además, fueron suspendidos los vuelos comerciales y el transporte público, cerró las escuelas, se reforzaron las campañas de pesquisa en las comunidades a todo lo largo del país, se retomó el aislamiento institucional para los casos positivos y existe un toque de queda en algunas ciudades de la isla como es el caso de La Habana.
