En los últimos días viene registrándose un incremento progresivo de la presencia de nubes de polvo del Sahara sobre el archipiélago cubano. Dichas nubes son generadas por las tormentas de arena y polvo del desierto las cuales pueden alcanzar alturas de 3 a 7 kilómetros.
Estas nubes vienen cargadas de material particulado PM10 y PM2,5 altamente nocivos para la salud humana y contienen además minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio junto con virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos persistentes.
Varios países del Caribe se vieron afectados este domingo lo que ha provocado que las autoridades locales adviertan a las poblaciones de los riesgos, en especial a las personas con problemas respiratorios. Además, se emitió una advertencia para embarcaciones por la reducción de la visibilidad en la navegación.
Las nubes avanzan desde el continente africano en dirección oeste bajo el flujo de los vientos alisios, propagándose por el océano Atlántico hasta alcanzar esta semana el mar Caribe, Cuba, el sudeste de Estados Unidos, México y Centro América.
