Un joven cubano discapacitado con atrofia en su pierna izquierda llegó a Estados Unidos por la frontera con México en una travesía que comenzó en Nicaragua durante 16 días.
Adrián Novalez Díaz, de 32 años, contó lo difícil de la travesía al periodista Javier Díaz, de Univisión.
Oriundo de Pinar del Río, se considera un «guerrero que no le tiene miedo a nada», cuyo único obstáculo fue cruzar el Río Bravo, para lo cual recibió ayuda de personas con las que hizo amistad durante el camino desde Nicaragua.
«Me daba el agua por la cintura. Venía gente conocida con la que hice amistad en el camino y ellos me ayudaron. Yo iba abrazado de ellos», dijo a las cámaras de Univisión.
«Fue algo grande, yo no me lo creía, de verdad, yo no me creía que estaba aquí», dijo el joven, quien agradeció a sus familiares por ayudarlo a cumplir este sueño.
«Decidí emprender este camino porque mi familia me ayudó. Gracias a ellos estoy aquí. Yo soy guerrero, yo no le tengo miedo a nada. Lo que haya que hacer lo hago», contó Novalez Díaz, que se dedicaba en Cuba a sembrar tabaco junto a su padre.