La economía cubana, que se espera crezca alrededor de un 1% este año, sigue «estrangulada» y «estancada» por su elevada «centralización» y desequilibrios estructurales, apuntaron este jueves economistas participantes en una conferencia en la ciudad de Miami.
La Asociación estadounidense para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE en inglés) inauguró este jueves en Miami su vigésimo octava conferencia anual con el título «Cuba: After Raúl?» (Cuba: ¿después de Raúl?), que será clausurada el sábado.
Los tres economistas que intervinieron en la conferencia inaugural, Omar Everleny Pérez, Mario González-Corzo y Dagoberto Valdés, coincidieron en que las reformas impulsadas desde 2007 por el entonces presidente Raúl Castro se han revelado de escaso calado para sacar al país, hoy con Miguel Díaz-Canel al frente, de una situación de «desequilibrio estructural».
Con un crecimiento económico en torno al 2% en los últimos años, un elevado déficit fiscal y comercial, y la ausencia de nuevos oficios, resulta impracticable un desarrollo económico, afirmó Pérez, del Centro de Estudios Económicos de Cuba.
Pese a que el sector no estatal ha generado entre 2010 y 2016 un 30% del empleo en la Isla, «no aparecen nuevos oficios» ni tampoco un mercado mayorista, ni créditos, y los «bajos salarios» afectan a la productividad, aseveró.
Apuntó que una de las principales rémoras para el crecimiento económico es el actual «sistema empresarial estatal burocrático», su «elevada centralización de decisiones» y «rigidez de planes», con escasos incentivos y todavía, a día de hoy, sin una «ley de empresas».
González-Corzo, profesor de Economía de Lehman College, en Nueva York, destacó el hecho de que la última zafra azucarera haya sido la más baja de la historia (1.100.000 toneladas para 2017-2018) y que tan solo 54 plantas o fábricas de este sector estén operativas.
El «declive» del sector agrícola y la «ineficacia de un sector centralizado y descapitalizado» merman el crecimiento económico del país caribeño, cuya única recuperación pasa por la «expansión de la propiedad privada, la libertad de contratación y de elección producción» y, en definitiva, de «profundos cambios estructurales».
Por su parte, Valdés, del Centro de Estudios Convivencia, calificó de «crítica» la situación de Cuba, donde, dijo, la escasez de alimentos, medicamentos y vivienda sigue «impactando en la vida cotidiana» por culpa de un modelo económico «centralizado y estatista», pese a que el «sector privado ha demostrado su eficiencia para crear riqueza».
Los tres expertos coincidieron en la necesidad de «eliminar ya la dualidad monetaria y las múltiples tasas de cambio» que rigen actualmente en la Isla, uno de los «grandes problemas» a los que se debe hallar una solución sin demora.
Con información de DC