La compleja situación epidemiológica de la capital, condujo al retroceso a la Fase 1 de la etapa de recuperación ante la pandemia, por lo que el gobierno en La Habana implemtó de inmediato un grupo de 22 medidas medidas restrictivas.
De momento, el acelerado incremento de los contagios del nueco coronavirus vino del «relajamiento en el cumplimiento de las medidas de distanciamiento e higiénico-sanitarias, en la etapa de fin de año y en los casos de viajeros internacionales», según se dijo en la reunión de las autoridades en la capital para analizar el complejo panorama.
El transporte ha quedado suspensión entre las 9:00 p.m. y las 5:00 a.m. del día siguiente, y se han detenido las actividades recreativas y culturales.
En el ámbito laboral, se iniciarán este lunes; y el cierre del transporte interprovincial, desde las 12 de la noche del martes, no funcionarán ni ómnibus ni trenes ni catamaranes.
El plan, que contiene 22 medidas generales, incluye los sectores de la Salud, Educación, Transporte, Turismo, Gastronomía, Empleo, y el Trabajo por cuenta propia.
Lo que promete ser más severo en esta etapa es el uso del Decreto 14/2020, que da luz verde a la policía cubana a aplicar duras multas con altas cuantías en hechos como el no uso o uso incorrecto del nasobuco, la permanencia de en áreas de estar, parques, fuera de los horarios establecidos. 9:00 pm a 5:00 am, mantener locales o instalaciones gastronómicas o de servicios abiertas fuera de los horarios establecidos, la ingestión de bebidas alcohólicas en lugares públicos.
Hasta ahora, no habrá confinamiento permanente, sino que las personas pueden transitar libremente a cualquier horario, pero no podrán hacer estancia en ningún espacio público o de concurrencia masiva.
Aún así, las autoridades decidieron mantener el desarrollo del curso escolar en todas las enseñanzas, los servicios bancarios y de las casas de cambio de monedas, las operaciones del Aeropuerto Internacional José Martí con limitación de acompañantes: solo 2 personas incluyendo al chofer.
Además, sigue viento en popa la actividad turística para nacionales y extranjeros, aunque sin excursiones, los hoteles limitarán su capacidad al 60 %, la piscina al 30 %, y se mantienen los servicios en bibliotecas, museos y galerias.
Los habaneros podrán efectuar pago de facturas de la eléctricidad, gas, agua y teléfono en oficinas comerciales como habitualmente se hace.