En Cuba en las últimas semanas se ha visto un gran aumento de caos positivos a la COVID-19 por lo que el gobierno cubano se vio obligado a tomar medidas restrictivas para controlar el contagio en el país. En la capital de la isla el gobierno endureció las multas por las violaciones del toque de queda, ya sea para vehículos como para peatones.
A través de Tribuna de La Habana se ha señalado por parte del Consejo de Defensa Provincial que el sector encargado de hacer cumplir las medidas orientadas en el país no realiza bien su trabajo pues ha sido evidente la circulación en las calles después de la hora para el toque de queda.
Ante esta acusación los policías han planteado que se han realizado más de 500 multas a las personas por caminar o conducir. Señalaron además que en el primer trimestre del 2021 se han detenido 23 coches con chapa TUR dedicándose a actividades ilegales o traslados de mercancías.
Las autoridades habaneras han explicado que los municipios de Arroyo Naranjo y La Habana Vieja tienen la situación más compleja de la ciudad debido al número de casos positivos al coronavirus en dichas zonas. Por esa razón determinaron priorizar el ingreso en centros de aislamiento a los contactos de esos dos territorios y de Centro Habana. También han reclamado mayor control en los accesos de entrada a La Habana de otras provincias.