Las autoridades de la capital están alarmadas por lo compleja que se ha tornado la situación epidemiológica, y se podría «tensar aún más en los próximos días por el aumento de los casos», escenario en que se consideraría «restringir totalmente la movilidad de personas y vehículos en el horario nocturno».
Otro tema que preocupa a los miembros del gobierno habanero está asociado a los fallecimientos, sobre todo de «pacientes que no se consideran vulnerables, por ser relativamente jóvenes».
En ese sentido, se le ha pedido al personal de la atención primaria detectar a todos los posibles sospechosos con la aplicación de un examen médico riguroso y el test de antígeno.
Fuertes críticas recibió el protocolo sanitario en instituciones de Salud, cuyo «relajamiento» ha originado en enero 180 contagios entre su personal.
El periódico local Tribuna de La Habana da cuenta de un evento en una Residencia Estudiantil del municipio de Boyeros, que alberga a estudiantes extranjeros.
Según el medio, este evento se originó «en una fiesta realizada el fin de año, y acumula hasta el cierre del miércoles 23 confirmados, seis de ellos son personal externo, por lo que abrieron focos en sus comunidades».
La villa estudiantil fue cerrada y los contactos internos, que incluyen 45 profesores, se encuentran en aislamiento total, pendientes de la realización de los PCR evolutivos del quinto día.
Otro evento se originó en el Centro de Formación De Atletas «Cerro Pelado», a partir de dos deportistas de la provincia Artemisa y ya acumulan 26 atletas de la disciplina de Lucha confirmados con COVID-19.