Llegar a la tercera edad es un mérito, no un infortunio en Cuba. Según expertos, el país se ubica entre las naciones más envejecidas poblacionalmente de América Latina y en una fecha no tan lejana como el 2025, uno de cada cuatro cubanos tendrá más de 60 años.
Señoras y señores, la Isla no escapa de tal fenómeno, que se ha producido con mayor rapidez que en otros países como consecuencia de múltiples factores, entre ellos, su elevada expectativa de vida, que ya sobrepasa los 75 años.
Nos encontramos rodeados de rostros que ya “peinan canas”, como dicen los cubanos. Todo Cuba Online quiere compartir algunos vocablos que los cubanos emplean para referirse a los abuelos y abuelas que vemos a diario.
En la Isla para llamar la atención cariñosamente a alguien de la tercera edad, se suele decir “viejuco” o “viejuca”. Nuestro viejuco puede ser nuestro padre, abuelo o el anciano que todas las tardes nos saluda alegremente mientras pasa frente a nuestra puerta. ¿Cómo andas mi viejuco?
Si no conocieras de siempre a la persona, puedes decirle “puro” o “pura”. Indica que es alguien mayor. Los criollos emplean la palabra también para referirse a sus padres con una tercera persona.
Otra que empleamos es “vejestorio”, pero esta tiene una connotación despectiva generalmente. Sugiere que la persona es demasiado longeva o que ya no puede valerse por sí misma para algunas actividades.
Asimismo decimos “temba”, pero se utiliza para edades no tan avanzadas, individuos entre 45 y 60 años. Tiene que ver también con la imagen que se exporta. Si tienes 60 y luces como de 50, pues eres un “temba” sin dudas.
Por otro lado, hay quienes dicen a cada rato el término “Matusalén”, quien según la Biblia vivió 969 años. Se deduce que es para referirnos a las personas con suficientes años sobre la faz de la Tierra o jocosamente para hacerle saber a la persona que ya está vieja. Lo importante es darles amor y respetar la experiencia.