La educación en la Isla es íntegramente estatal y se organiza mediante sistemas articulados. No cabe duda de que a pesar de dificultades existentes, nuestros estudiantes y futuros profesionales reciben una excelente preparación en diversos centros de enseñanza.
Sin embargo, varios educandos no fueron honestos en sus vidas estudiantiles alguna vez. En ocasiones decidieron recurrir a pequeñas ayudas o estrategias personales y colectivas no muy bien vistas entre el claustro de profesores y estudiantes “modelos”.
Era el momento en que estos estudiantes se convertían en magos y lograban “recordar” el contenido. Algunos jamás dieron con él.
Todo Cuba Online te comparte algunas maneras en que el cubano se fija en las aulas en pleno examen:
El muslo: Escribir en el muslo resulta una estrategia popular entre chicas debido al diseño de su uniforme. Sentadas en sus sillas, pueden tener ideas y fórmulas a su alcance sin problema alguno.
La saya: La que no se arriesgaba con el muslo, pues empleaba el dobladillo de la saya.
El chivo: Hay quienes eran expertos en este tipo de mecanismo para obtener una puntuación decente en las pruebas. Un papelito de tamaño pequeño donde estaba toda la información. Señores y señoras, era difícil condensar todo allí, pero los genios lo lograban. Si te cogían…
La mano: Ya para los varones, al no tener faldas y los muslos descubiertos, pues quedaba el recurso de la mano. Así que había que cuidarse de saludar a los profes bien temprano en la mañana.
Las señas: Especial para resolver los verdaderos y falsos en el examen. Había expertos en lenguaje no verbal.
El lápiz: Con el mismo propósito descrito anteriormente, solo que la punta del lápiz hacia arriba significaba verdadero y de goma, pues lo contario. Podía cambiar.
El de al lado: Siempre hay quien estudia más. Algunos confiaban en su intelecto y copiaban la prueba entera.
El celular: ¿Profe? ¿Puedo ir al baño? La gran excusa para ir y sacar el celular que tenía toda la información necesaria. Este dispositivo desde que salió al mercado ha resulto muchos asuntos, sobre todo estudiantiles.