Con la Tarea Ordenamiento y la pandemia de coronavirus que azota al país actualmente la Unión Eléctrica de Cuba se ha visto contra la pared en cuanto a sus servicios, salario de los trabajadores y el bienestar en general de la empresa.
Liliana Rodríguez, especialista de la Empresa Eléctrica, afirmó que esta situación obligaría a la empresa eléctrica tener que aplicar medidas drásticas en este año 2021 ya que a causa del período de gracia que el Estado otorgó para el abono de las facturas durante el 2020, se acumuló una deuda de 6,9 millones de CUP entre los más de 350.000 clientes de la sección residencial en Santiago de Cuba.
Para tratar de controlar el estado financiero de la entidad se puso en práctica un cronograma de recaudación, se dilataron los horarios de las oficinas comerciales, en conjunto con variadas “facilidades” que proporcionan las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Esta medida no fue suficiente por lo que en dicha provincia oriental se decidió emplear la Ley Eléctrica, que conllevó cortar el flujo eléctrico a 8.800 viviendas, ley que otros tiempos fue considerada en forma de “apagones selectivos” contra individuos más desvalidos.
Solo el 50% de la deuda ha sido posible recaudar y a pesar de la insistencia de las autoridades de la energía cubanas, entre Palma Soriano, Contramaestre y el municipio principal, quedaron 3.500 clientes por pagar. El director de la empresa en Santiago de Cuba, Leonel Ruiz, declaró que la población cubana está demasiado acostumbrada a los subsidios totalitarios del Estado y hay que afrontar que la situación mutó.
