No existirá lista de actividades permitidas para el trabajo privado en Cuba y solo hay que tener en cuenta «lo explícitamente prohibido y presentar su proyecto».
Las propuestas de los cubanos para ejercer por cuenta propia estarán sujetas solo a la imaginación, pero sin que haya conexión alguna con las 124 actividades que el gobierno prohibió.
«Solo hay que mostrar un proyecto previamente elaborado y presentarlo en la ventanilla única», aseguró en la Mesa Redonda de este viernes el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.
Entre las dudas de los cubanos en relación a lo que pudieran dedicarse, destaca la oferta de los suministros.
Con relación a ese tema, Gil Fernández reconoció que «no existen actualmente todas las condiciones para garantizar las materias primas e insumos para las actividades que se podrán desarrollar; no obstante, la economía no renuncia a lograr un abastecimiento estable de los mercados mayoristas».
Se trata, en palabras del ministro, «de una transformación profunda que no responde solo a la situación actual, sino que es un diseño con una visión a mediano y largo plazos».
El pasado 11 de febrero, se dio a conocer el clasidicador de actividades que el gobierno no permitirá desarrollar bajo ningún concepto por considerarlas parte de «sectores estratégicos».
Entre estas, destacan la administración pública, la defensa, el mantenimiento del orden, la educación (salvo algunas materias como los idiomas y la música), el periodismo y la medicina.
Otras, más explícitas, están asociadas a la extracción de petróleo, carbón y minerales, fabricación de armas, distribución de gas y electricidad, impresión de periódicos y libros y la venta de vehículos.