Pensando en nuestros seguidores que pretenden visitar a Cuba compartimos este artículo de nuestros amigos de Renunciamos y Viajamos. En esta página podrá encontrar una guía de viaje por Cuba que le será de gran utilidad, además podrá deleitarse con preciosas galerías de fotos tomadas desde diferentes puntos del país.
Caro, muy caro, puede resultar un viaje por La Habana si sólo sigue las rutas turísticas tradicionales. En esta guía le mostramos los lugares que por lo general no están en los folletos turísticos y harán que su experiencia en la capital cubana sea más cercana a la vida cotidiana de sus ciudadanos. A continuación, les recomendamos estos 11 lugares gratuitos o de precios irrisorios que no se puede perder.
Recorrer el malecón y ver el atardecer desde ahí. Disfrutar de un ron y unas cervezas locales (recomendamos la Bucanero), mientras el mar pega en las rocas puede ser un plan muy romántico y entretenido. El malecón es un lugar donde siempre se hacen amigos y se tienen conversaciones interesantes y trascendentales con los cubanos que, valga decirlo, son personas muy inteligentes e ilustradas sobre diferentes temas.
Caminar por la Habana Vieja y Centro Habana, los dos barrios más tradicionales de la ciudad donde se pueden encontrar edificaciones en las que parecería imposible que vivieran seres humanos, pero están habitadas. En estos barrios están ubicados museos y lugares tradicionales como el icónico Capitolio Nacional, además de hoteles lujosos y bares tradicionales como Floridita, el favorito de Ernest Hemingway, y La Bodeguita del Medio, lugar de obligada visita para famosos de todo el mundo.
Recomendamos caminar la calle Obispo y tomarse el mojito más barato de toda La Habana en la barra del restaurante Europa, que casi todo el tiempo tiene música cubana en vivo.
Ir a la Plaza de la Revolución. Este lugar, ícono de la cultura moderna, es todo un símbolo para los cubanos. Desde allí Fidel Castro se dirigía ante cientos de miles de personas y frente al lugar donde lo hacía hay dos edificios con las caras de Ernesto ‘El Ché’ Guevara y Camilo Cienfuegos. La gigantesca estatua de José Martí, el prócer más querido por el pueblo cubano, es otro de los lugares a visitar en la plaza. La entrada vale 1 CUC y si se quiere ingresar al museo dedicado a Martí hay que pagar 5 CUC.
Ir a cine. La Habana es una ciudad llena de teatros que todo el tiempo están rotando buen cine. Se destacan el cine Yara, Riviera, Acapulco, Infanta y La Rampa. Aunque no son salas súper cómodas, con aire acondicionado y empleados que te ubican en tu silla, las condiciones de proyección son bastante buenas. Y lo mejor, una entrada a cine tiene el costo de 2 pesos cubanos (10 centavos de dólar).
Caminar o sentarse en el Paseo del Prado. Esta imponente avenida es el límite que separa los barrios Habana Vieja y Centro Habana. Se extiende desde la Plaza de la fraternidad hasta el Malecón. Tiene estatuas de 8 leones de bronce que parecen custodiar su recorrido y bancas de mármol para descansar, sentarse a leer o conversar con los lugareños. Durante los fines de semana y en fechas especiales como semanas de la cultura, el Paseo del Prado es una galería de arte a cielo abierto, donde pintores, fotógrafos, escultores y artesanos exponen y venden sus obras.
Rumba los domingos en el Callejón de Hamel Cerca de la Universidad de La Habana una calle impregnada de arte abstracto, color y santos cubanos se llena de ritmo y sabor los domingos desde el mediodía. Ubicado entre las calles Aramburu y Hospital, El Callejón de Hamel es una intervención urbana iniciada por el artista Salvador González Escalona, quien con elementos reciclados como bañeras, tubos y latas levantó esculturas y pintó gigantescos murales alusivos a Cuba y a sus rituales religiosos. Un frenesí de tambores y bailes tropicales se apodera del Callejón los domingos, cuando agrupaciones locales empiezan su show. La cita cada fin de semana es muy concurrida por locales y extranjeros.
Ver el atardecer en el Hotel Nacional: El lujo y la elegancia de esta edificación se distinguen a kilómetros de distancia. Ubicado frente al Malecón de La Habana, en el barrio El Vedado, este monumento nacional de Cuba ha hospedado a visitantes ilustres como Marlon Brando, Buster Keaton, Ernest Hemingway, Gabriel García Márquez y sus compatriotas Lina y Andrés de Renunciamos y viajamos (ja). También fue centro de reuniones de la mafia norteamericana.
Sorpresivamente, la entrada al lugar es gratuita, y en su parte posterior tiene un bar en el que se pueden comprar mojitos y llevarlos a los jardines para ver el atardecer. Un toque de distinción en su viaje sin pagar un solo centavo.
Comer helado en Coppelia: Fue creada por el gobierno socialista luego del triunfo de la revolución para darle helados al pueblo a bajísimos precios. Está ubicada frente al cine Yara y diagonal al hotel habana libre. Los precios son irrisorios en esta, una de las heladerías más grandes del mundo: cinco bolas de helado por 2,50 pesos cubanos (15 centavos de dólar aproximadamente). Las filas son larguísimas y llegan hasta la calle todos los días de la semana exceptuando los lunes, que no abren sus puertas.
Buscar un lugar para fotografiar La Habana desde lo alto
Es imposible hacerse una idea de la inmensidad y la textura de La Habana sin mirarla desde lo alto. Lo bueno es que es posible y absolutamente gratis dese varios puntos de la ciudad. Recomendamos los siguientes:
- Edificio Focsa, en el Vedado. En su último piso hay un restaurante llamado La Torre, que es carísimo, pero la entrada es gratuita. Entre sin preguntar nada, saque su cámara y disfrute de la vista.
- Hotel Parque Central. Frente al Parque Central, este lujoso hotel ofrece una vista inigualable del centro de La Habana. Pueden entrar como cualquier turista, y si le preguntan si está hospedado, sólo diga que sí y diríjase al ascensor sin preguntar nada. La terraza ofrece un punto de vista de 360 grados donde se puede fotografiar desde el capitolio hasta el malecón.
- Algún edificio en La Habana Vieja o Centro Habana. Varios de esos edificios roídos y viejos ubicados en estos sectores ofrecen vistas magníficas de la ciudad. Si ve alguno, pregúntele a alguno de sus habitantes si puede subir, seguramente le van a decir que sí.
- Desde La Fortaleza de la Cabaña o el Cristo de La Habana. Es una de las visuales más impresionantes de toda la isla. Se puede divisar desde estos dos lugares toda la bahía de La Habana separada por el mar azul. La Cabaña tiene un costo de 6 CUC y el Cristo es gratuito.
Ir al Cristo de La Habana. Desde el malecón de La Habana puede observarse este colosal monumento de 24 metros de altura. Pero basta tomar una lanchita en el puerto junto a la Plaza San Francisco (pregunte donde tomar la lanchita de Regla y todos le dicen dónde) para llegar hasta allá por un precio casi que gratuito: 10 centavos de peso cubano. Una vez allá, no sólo encontrarán a este Cristo gigantesco, sino también una casa donde vivió el ‘Ché’ Guevara y una vista de la ciudad que no tiene comparación.
Ir a la Universidad de la Habana. Esta universidad, con casi dos siglos de fundación, es una de las más antiguas de toda América. Ubicada en el inicio de la calle San Lázaro, esta imponente estructura embelesa desde sus escalinatas que terminan en una imponente estatua de bronce. No piden identificación para ingresar a sus instalaciones. Incluso, si se entera de algún evento de su interés que se realice en la universidad, podrá entrar sin ningún problema. En el interior del campus está ubicado el tanque de guerra con el que Fidel ingresó a la Universidad de La Habana cuando triunfó la revolución, y su mayor atractivo son sus construcciones, algunas de las cuales están siendo restauradas.
Y como dicen los amigo de Renunciamos y Viajamos ¡BUEN VIAJE!
Fuente: Renunciamos y Viajamos