Desde que el actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, asumiera la presidencia del país, muchos cubanos esperan por una pronta reanudación de funciones consulares en la Embajada de Estados Unidos en Cuba, facilidades para el envío de remesas, y la autorización por parte del gobierno norteamericano para realizar vuelos desde los Estados Unidos hacia las diferentes provincias de la isla.
Sin embargo, todo parece indicar que las expectativas generadas dentro de las familias cubanas de ambos lados del estrecho de la Florida, no será como lo esperaban, de acuerdo a las últimas declaraciones de la Casa Blanca, un cambio de política hacia Cuba, no es prioridad para el actual mandatario norteamericano.
La secretaria de prensa Jen Psaki, dijo que estudiarán meticulosamente cada uno de los cambios llevados a cabo por el anterior gobierno republicano, pero aseguró que la proyección del gobierno de los estados Unidos como ejes centrales. estaría orientada principalmente a la defensa de los derechos humanos y a fomentar la democracia.
En especial Psaki se refirió a la re-inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, una de las últimas disposiciones de Donald Trump, entre las más de 200 medidas que adoptara durante su gestión y que supusieron un viraje de 180 grados respecto a la política de acercamiento impulsada por Barack Obama.
Entre las medidas de Trump, para recrudecer el bloqueo contra Cuba, están: Restricción del envío de remesas a la isla, suspendió los vuelos regulares a las diferentes provincias del país, interrumpió las funciones consulares de la embajada de su país en La Habana, prohibió la entrada de cruceros a la isla, y dictó decenas de sanciones contra empresas del aparato gubernamental cubano y sus dirigentes y regresó a Cuba, a la lista de países que fomentan el terrorismo, de donde Barack Obama la excluyó en el año 2015.
Por las recientes declaraciones de Psaki, se puede suponer que el actual gobierno de EE. UU no se decidirá pronto a cambiar la postura hacia Cuba, y por el contrario exigiría cambios sustanciales al gobierno cubano en cuanto respecta a las libertades democráticas en el país. Para algunos esto contrasta con lo expresado por el propio Biden durante su campaña presidencial cuando fustigó aquellas medidas de Donald Trump y dijo que la isla “no estaba más cerca de la libertad y la democracia que hacía cuatro años”, y que por lo tanto abogaría por una “nueva política”.
El Programa Cubano de Reunificación Familiar (CFRP) creado en el 2007, posibilitaba a los ciudadanos y residentes permanentes en los Estados Unidos solicitar un parole para los familiares que viven en Cuba.
No obstante, desde que se recortó el personal estadounidense acreditado en la embajada, este programa del Departamento de Seguridad Nacional, que es gestionado por el USCIS, ha suspendido sus operaciones en Cuba, y ahora estas declaraciones, podrían suponer que cualquier alivio sobre esta política puede tardar en llegar un poco más.
