El gobierno cubano mantiene abiertos todos sus aeropuertos a los vuelos comerciales regulares, desde que el pasado 15 de noviembre reabriera el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, ultimo en comenzar sus operaciones luego del cierre de fronteras por la epidemia de coronavirus.
Ante la compleja situación imperante en la isla debido al rebrote y dispersión que ha alcanzado la enfermedad, los pasajeros que deseen volar a Cuba, posterior al 6 de febrero, deben saber que el país ha adoptado nuevas medidas y modificado algunas reglas en cuanto a las frecuencias de vuelos, el acceso a los aeropuertos, el tratamiento de las maletas de equipaje, los exámenes de PCR, y el posterior aislamiento una vez que se entra a territorio nacional y otras.
Se decidió limitar el número y las frecuencias de vuelos desde algunos países de la región de las Américas. Desde el primero de enero de este año se limitaron las operaciones de vuelos provenientes de Estados Unidos, Panamá, México, Bahamas y República Dominicana, las cuales ahora se incrementan y se incluyen además los vuelos provenientes de Jamaica y Colombia.
A pesar de que actualmente se permite la entrada de viajeros provenientes de casi cualquier país, se suspendió el reinicio en las frecuencias de vuelos provenientes de Nicaragua, Guyana, Trinidad & Tobago, Surinam y Haití.
Desde el 10 de enero es obligatorio para todo pasajero que llegue a Cuba, tener una prueba Negativa de PCR, emitida por un laboratorio certificado, con menos de 72 horas antes de abordar el avión. En el costo del pasaje se incluye una tasa sanitaria de $30.00 dólares por concepto de prestaciones sanitarias. Al arribar cada viajero deberá someterse a una prueba PCR en el propio aeropuerto cubano, se le tomará la temperatura y deberá firmar una especie de declaración jurada sobre su estado de salud.
Luego de obtener el resultado de esa primera prueba, y cuando se cumplan los cinco días del arribo, tendrá que someterse a otro PCR molecular, y esperar en aislamiento otras 72 horas por el resultado de ese examen.
Desde el 6 de febrero las autoridades aeroportuarias solo autorizarán la entrada a los aeropuertos de aquellas personas que vayan a tomar un vuelo para salir del país, mostrando su pasaje en la fecha correspondiente y solo podrán acompañarse de un chofer.
No estará permitido que nadie entre a los aeropuertos a recibir o despedir a un familiar y amigo. Tampoco se permitirá que un chofer espere en las puertas de la terminal aérea para llevar las maletas hasta la residencia del viajero. Este último deberá ir directamente a los centros de aislamiento u hoteles dispuestos por el gobierno acompañado de sus maletas de equipaje.
Se mantiene vigente la actual política de equipaje establecida por el Ministerio del Transporte y la Aduana General de la República de Cuba, aunque, siempre dependerá de lo requerido por la aerolínea con la cual se viaje, algunas solo permiten 23 Kg de peso por maleta de bodega, y un equipaje de mano de 5Kg.
Uno de los principales cambios que se introducen desde el 6 de febrero, según han explicado los directivos de la Aeronáutica Civil cubana, es que cada aerolínea debe garantizar a sus clientes que vuelen con las maletas en el mismo avión que los traiga a Cuba, no se admitirán tardanzas o esperas por maletas, debido a que el viajero irá directamente con la totalidad de su equipaje a los centros de aislamiento que se han dispuesto por el gobierno. Tampoco estarán permitidos los vuelos cargueros que transportan equipaje no acompañado.
El cumplimiento obligatorio del aislamiento para todos los viajeros una vez que entren al país se mantiene, pero no será en sus residencias familiares u otros hospedajes. A partir de las 00 horas del domingo se ingresarán a los viajeros en centros de aislamiento institucional u hoteles habilitados para esos fines. Todos los viajeros que entren a Cuba, cumplirán una cuarentena o aislamiento, aunque estén vacunados, hayan presentado un PCR negativo a su entrada o que hayan estado enfermos de Covid-19 y la hayan superado.
Se prevé que los estudiantes extranjeros que cursan estudios en la isla serán aislados en las instituciones dispuestas por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y el Ministerio de Educación Superior (MES). Los cubanos residentes en la isla serán llevados a los centros habilitados en cada una de las provincias correspondientes y ese hospedaje será libre de costo y tampoco se les cobrará la trasportación hacia el centro o el posterior traslado a la residencia una vez concluido el aislamiento.
Aunque aún las autoridades no han dado a conocer el nombre de las instalaciones, los extranjeros y cubanos no residentes permanentes en la isla serán aislados en hoteles establecidos por los gobiernos de cada provincia, y deberán pagar las cuotas establecidas correspondientes a su estancia y la transportación.
