En la noche del día de ayer comparecieron en el programa televisivo Mesa Redonda el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz y el presidente de la República de Cuba Miguel Díaz Canel Bermúdez para informar sobre la nueva etapa del enfrentamiento a la COVID-19 en el país, la vida económica de la nación y otros temas de interés.
El ministro explicó que a partir del 12 de octubre, trece provincias del país pasan a la nueva normalidad a excepción de Ciego de Ávila y Sancti Spíritus que continuarán en la fase de «transmisión autóctona limitada» de la pandemia, y La Habana, que actualmente se encuentra en esa misma fase, pasará a la fase 3 de recuperación aunque con «algunas adecuaciones».
El nuevo plan de enfrentamiento a la COVID-19 se divide en tres objetivos fundamentales:
1- Transitar hacia una nueva normalidad de manera gradual y asimétrica.
2- Mitigar el impacto económico y social ocasionado por la COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que impone el gobierno de los Estados Unidos.
3- Desarrollar las capacidades de enfrentamiento a los eventos que se produzcan en la nueva normalidad.
Marrero informó como “algunas de las adecuaciones”, la prolongación del cierre del aeropuerto «José Martí» para la llegada de vuelos internacionales por unos días más. El resto de los aeropuertos entrarán en funcionamiento paulatinamente. El próximo lunes los aeropuertos que pertenecen a las provincias de Pinar del Río, Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo podrán recibir vuelos internacionales. Las terminales de Ciego de Ávila y Sancti Spíritus no tendrán vuelos desde el extranjero por la situación de la pandemia en ambos territorios vecinos. A los pasajeros se les aplicará el protocolo de aislamiento según el lugar donde vayan a permanecer durante su estancia en la isla y se les realizará la prueba PCR.
Algunas de las medidas del plan inicial para el paso a nueva normalidad son el uso del nasobuco, el distanciamiento físico que es algo elemental y hay que lograrlo en lugares cerrados y públicos, se intensifica la prohibición de la entrada de personas con síntomas respiratorios a los centros de trabajo y escuela; ahora se prohibirá la entrada a personas con síntomas sugerentes a la COVID-19 y será remitido inmediatamente a un centro de salud. Se aplica de manera obligatoria la desinfección de las manos y las superficies en cada centro de trabajo, transporte, escuela. Se mantiene la vigilancia activa y la pesquisa con calidad, para buscar personas con síntomas. Estas pesquisas se dirigirán a las unidades cerradas, grupos vulnerables y áreas de riesgo. Se mantendrá la realización de PCR a personas con enfermedades agudas graves, incluidos los pacientes fallecidos por esas afecciones.
Díaz Canel Se refirió al enfrentamiento a la COVID-19, como una estrategia “eficaz y con resultados”, concebida con la experiencia de la Salud cubana en el país y en el mundo, y también con el aporte de la comunidad científica y el trabajo mancomunado de las organizaciones de masas y políticas, del pueblo en sentido general.
Sobre el cambio monetario explicó que “no vamos a un cambio de moneda como el realizado en los primeros años de la Revolución”, y reiteró que se quedará la moneda nacional que tendrá una convertibilidad con la moneda libremente convertible.
Adelantó que a partir de la semana próxima esos temas serán explicados por el titular de Economía y otros ministros y compañeros que, bajo la conducción de Marino Murillo, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, han estado atendiendo la “tarea ordenamiento”.
