Algo que hasta el momento se vislumbra, es que la actual administración de los Estados Unidos, con Joe Biden al frente, no tiene entre sus prioridades revertir las relaciones de su país con Cuba.
El Canciller cubano Bruno Rodríguez negó rotundamente que el veto a los viajes y remesas entre los dos países esté relacionado con el incidente que sufrieron diplomáticos de Estados Unidos en la capital de la isla. El dirigente a través de Twitter afirmó:
“No es verdad que las prohibiciones contra viajes y remesas entre Cuba y EE. UU. sean fruto de síntomas de salud reportados por diplomáticos estadounidenses, como altos funcionarios de ese país vienen alegando” y añade que esta es “una situación deliberada promovida por los políticos anticubanos”.
En tal sentido, Carlos Fernández de Cossío, Director General para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, expresó que “lo de los síntomas de salud, lo tomó EE. UU. como pretexto para aplicar un diseño preconcebido de regresar a la política de abierta hostilidad contra Cuba”. “impedir el otorgamiento de visas, las remesas y los viajes formó parte de una estrategia que aún se implementa”, explicó.
Por su parte Johana Tablada de la Torre, subdirectora para EE. UU. del Minrex, al respecto dijo: “A muchos afectó la mentira. A pocos favorece resucitar pretextos jamás demostrados en investigación que por separado y con cooperación de Cuba realizara el FBI, el Ministerio del Interior de Cuba y equipos expertos de la isla y los Estados Unidos”. “A muchos beneficiaría la cooperación”, reitera.
Eugenio Martínez Enríquez, Director General de América Latina y el Caribe del Minrex amplió que “la construcción y sostenimiento de una política rechazada por la mayoría, necesita desesperadamente de la mentira. Es difícil hallar un país donde se mienta más en la política que en los EE. UU.”
Se ha conocido con anterioridad de la presión que están ejerciendo los legisladores para que el presidente norteamericano revele cuál va a ser su postura hacia Cuba, a pesar de que hay dos cosas que para muchos ya están claras: ni Cuba es una prioridad, ni Biden volverá a la era Obama en sus relaciones con la isla.
El gobierno de Cuba, sin embargo, reclama su derecho a la autodeterminación y a la no injerencia, y se mantiene a la espera de los detalles de una posible mejoría en las relaciones.
En un tuit anterior, Fernández de Cossío señaló que el “gobierno de EE. UU. no ha aclarado oficialmente si reconoce el derecho de Cuba a la soberanía y la autodeterminación, si su pretensión es determinar desde Washington el destino de los cubanos, si se cree con derecho a interferir en los procesos políticos de un país que no es el suyo”.
Los mensajes de funcionarios del Minrex, expresan el interés por el fin de las medidas que prohíben el envío de remesas a Cuba, la reapertura de servicios consulares y los viajes a la isla. En tal sentido la Jefa de la Misión de Cuba en Estados Unidos expuso: “el tema de los síntomas de salud fue usado por Trump para abandonar la política de Obama hacia Cuba e impedir el otorgamiento de visas, las remesas y los viajes, en claro daño a las familias cubanas. ¿Cómo defender los derechos humanos dañando a las familias?”