Mediante el espacio televisivo del Noticiero Nacional, se informó de la detección de 19 trabajadores de la fábrica de Suchel en La Habana implicadas en la adulteración y robo de jabones.
La población venía presentando numerosas quejas por la calidad del jabón Lis y Batey por lo que autoridades cubanas realizaron una inspección en la empresa a uno de los turnos. Se detectó que en la producción de jabón había una diferencia de un 2% en la humedad lo cual provoca una reducción del producto y menor durabilidad.
El reporte indica que dicha adulteración permitía a los trabajadores obtener un excedente de 20 kg de jabón por cada tonelada producida. En este turno se fabrica 100 toneladas de este producto dejando un sobrante de 200 kilogramos lo que representaba 1550 unidades.