Desde tiempos inmemoriales devino lugar de encuentros, capital que atraía la mirada codiciosa de sus vecinos. Marinera, vetusta y moderna a la vez: La Habana posee un encanto casi indescriptible y muchos coinciden -y no solo los citadinos-, en que quien no la conoce, entonces no conoce a Cuba.
Todo Cuba Online desea que conozcas otras cosas que debes hacer cuando visites la capital de todos los cubanos, ¡de obligatorio cumplimiento!:
Conoce y entérate de la diferencia entre el uso de las dos monedad oficiales, el peso cubano y el peso convertible, este último destinado principalmente a visitantes extranjeros.
No dudes en degustar una comida cubana en cualquier balcón o casa amiga, un buen plato de arroz congrí, carne de cerdo, yuca con mojo, plátano frito y ensalada, o un rico plato de arroz blanco con huevo y platanito maduro.
Consigue tomar una guagua a pleno mediodía y sumérgete en la gente como si fueras un capitalino más.
Disfruta de un viaje casi desconectado de las redes sociales e Internet, te sentirás más libre, con tiempo para socializar, mirar a los ojos y palpar.
Intenta bailar salsa en algún bar, suéltate la melena, mueve el cuerpo y siente que no lo haces tan mal.
Haz fotos de cada rincón y sentirás que no puedes parar porque absolutamente todo es “fotografiable”.
Fúmate un Habano, un Montecristo, un Churchill de Romeo y Julieta o un Lancero de Cohíba en una esquina donde los cubanos estén jugado dominó.
Haz la cola al estilo cubano y prepárate a esperar debajo de un árbol, en un parque, o desde un banco a unos metros del lugar, sabiendo que nadie se va a colar.
Cuélate “sin querer” cuando compres un granizado al notar que todos están diseminados mientras esperan su turno.
Y cambia sonidos, troca letras, habla como el cubano, ¡qué bolero papi!, mi amol estoy chévere, se puede tener malos gustos, pero no malos momentos…