EEl accidente de este viernes supone un mazazo para Cuba un mes después del relevo en la presidencia del país, en el que Díaz-Canel, de 58 años, sucedió al general Raúl Castro, de 86 y presidente desde 2008. El nuevo mandatario afronta esta catástrofe en sus primeras semanas en el cargo.
La sucesión presidencial ha sido un hito en la historia del gobierno cubano al situar en la cúspide del gobierno a un político nacido después de la revolución de 1959. Además de la trágica pérdida de vidas, el siniestro supone un golpe fortísimo para la imagen de un país que tiene en el turismo extranjero uno de los pilares de su maltrecha economía, aportando cerca de 2000 millones de dólares anuales y con una tendencia creciente en los últimos años en la que influyó el deshielo de relaciones diplomáticas acordado en 2014 entre La Habana y Washington.
Fotos AFP, AP y Prensa Latina