Este fin de semana la televisión cubana expuso algunos reportajes desde diferentes provincias del país dedicados a mostrar las violaciones de precios a mano de los trabajadores privados que comercializan productos del agro y los que se dedican a la elaboración de alimentos, en Cienfuegos por ejemplo crece la tendencia de elevar los precios, calificados de forma “abusiva y especulativa”.
La incertidumbre ante el anunciado “ordenamiento monetario”, y sobre todo la falta de oferta de productos de primera necesidad en la economía nacional han sido los detonantes para el alza de precios y es que tradicionalmente el mercado se ha regido por la ley de oferta y demanda, sin tener en cuenta bajo qué sistema de organización social se encuentre la sociedad.
En el reportaje televisivo se señala al último eslabón en la cadena (los que comercializan los alimentos) como responsables del precio final, afirmando que en épocas difíciles los comerciantes suelen aprovecharse del bolsillo ajeno y esa situación pasa “en cualquier parte del mundo”. No se reconoce que sencillamente este resultado se debe a la falta de oferta que genera un sistema de agricultura que no produce suficiente.
Sobre el tema el economista Pedro Monreal -desde su perfil en Facebook- señala que “sin dudas, los precios excesivos son una preocupación en muchos países, pero generalmente en el marco de los mercados monopólicos donde grandes empresas suprimen la competencia e imponen precios que afectan el bienestar de los consumidores”.
En el caso de Cuba esa responsabilidad recae en el Estado que posee la gran mayoría de la tierra y un 42% de toda la comercialización de productos del agro. Entonces no es difícil comprender que la espiral de altos precios, que no ha hecho más que comenzar y se pronostica sea, pero a partir del 1ero de enero, es responsabilidad del Estado.
Monreal apunta que si “los principales mercados agropecuarios -los estatales que concentran 42,2% de las ventas- tuviesen una oferta estable, predominarían sus menores precios y no tendría sentido el actual bullicio sobre los altos precios agropecuarios”.