Ante el temor de que el adelanto de salario recibido en los días finales del pasado año no les alcance para enfrentar el mes, debido fundamentalmente al súbito incremento de los precios de los productos de la libreta de abastecimiento con el inicio del proceso de la “Tarea Ordenamiento”, muchos cubanos han dejado sus mandados en la bodega.
La periodista del diario oficialista Periódico 26, de Las Tunas, Yelaine Martínez Herrera, afirmó que en una bodega de esa provincia el administrador tuvo que pagar de su bolsillo una importante cantidad de panes, pues muchos dejaron de comprarlo por el aumento de precio, además de que, por ejemplo, algunas bolsas de yogurt de soya se echaron a perder, pues ahora cuestan 5 pesos cada una. La periodista dijo imaginar que los afectados bien podrían ser los “abuelitos con sus jabas de nailon estilo Pánfilo”.
La discrepancia no solo está basada en los altos precios, es que no es justo que los valores se hayan multiplicado de 6 hasta 10 veces más que el anterior y que la calidad no lo respalde.
“Mi barrio parece un gallinero, la gente no habla de otra cosa. Se sacan cuentas, se compara. La aplicación de las normas y medidas debe pasar por el necesario tamiz del bienestar del pueblo. No puede ser que “algo” cueste 6, 7, 8 o 9 veces más, sin que la calidad lo respalde. La desproporción no puede ser la palabra de orden”, escribió Martínez Herrera en su post.
“Al otro extremo de la ciudad, en la cafetería La Colón, los precios van desde 26. 45 cup (hamburguesa grille, antes costaba 3:00 cup) hasta 31.05 (con queso) y 35.65 (la “tunera”). ¡Si al menos fuera una súper hamburguesa!, balbuceo para mí. Pero la realidad es otra”, detalló la periodista, ejemplificando así el incremento de precio en las cafeterías estatales.
Lo mismo que pasa con el precio del helado, y no solo en la heladería Coppelia de La Habana, está pasando en todos los establecimientos estatales que prestan ese servicio. Para los cubanos la comida es el punto débil, su bien más preciado, por lo que Martínez Herrera advierte que “no deberían abrir brechas a situaciones peligrosas, como el “descontento popular”, algo que considera “venenoso”, y que puede convertirse en el “talón de Aquiles del ciudadano común”.
La tarea de ordenamiento monetario más que eficiencia hasta el momento avizora gran descontento e indignación para el pueblo. En la provincia de Mayabeque, por ejemplo, se quedaron en las bodegas el pasado 1ro de enero unos 60 mil panes sin comprar, pues además de la mala calidad con que se continúa elaborando, el pan normado de 80 gramos (que, además, constituye un gasto diario) paso de costar 0,5 centavos a 1 peso.
De acuerdo a las informaciones ofrecidas por las autoridades de Cuba, la nueva canasta básica de bienes y servicios necesaria para vivir será de 1 528 pesos por persona; y la canasta básica normada que anteriormente tenía un valor de 18 pesos, ahora su costo total es de 180 pesos (CUP).