En julio de 2020, usuarios de las redes sociales armaron un revuelo a causa de la eliminación del césped de una parte de la populosa calle G en el corazón del Vedado.
La forma urbana que se construyó incluyó la colocación de adocretos en su lugar que, al juzgar por Cubadebate en ese entonces, se traró de un “elemento totalmente anacrónico que irrespeta el tradicional paseo verde de la zona.
Especialistas y personas de todo tipo se cuestionaron en aquella fecha si los cambios de elementos del paisaje no llevan acaso una mirada integral del espacio o si con esos cambios no se irrespetaba una zona histórica y patrimonial de El Vedado.
Luego de la avalancha de críticas de todo tipo, el gobierno de La Habana prometió un proyecto ajustado a ese emblemático lugar.
Las instituciones que trabajan para terminar los últimos tramos de la famosa Avenida de los Presidentes, lo hacen mediante “un proyecto de DCH con un dictamen técnico del Jardín Botánico Nacional, una detallada ejecución de TICONS y ECOMUNDO».
También, el césped de calidad y resistente al salitre será suministrado por el Centro de Investigaciones de Pastos y Forrajes Indio Hatuey y el apoyo de Aguas de La Habana, empresas del Ministerio de la Construcción, la Empresa Eléctrica, la Empresa del Mármol, de acuerdo con Alejandro Palmarola, presidente de la Asociación Latinoamericana de Botánica y Director de Desarrollo y Relaciones Institucionales del Jardín Botánico de La Habana.
Según Palmarola, las especies de plantas sembradas allí serán resistentes a los embates del mar y el viento, pues fueron seleccionadas bajo esos criterios, aunque aclara que será necesario el mantenimiento de los jardines cada cierto tiempo.
