El Gobierno de Miguel Díaz-Canel estaría presentando a periodistas oficialistas la «Nueva Política de Comunicación» aprobada recientemente por el Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC) para intentar mejorar el trabajo de la ineficaz y controlada prensa estatal, con escasa credibilidad entre la población.
La agencia AP reporta haber conocido detalles del contenido de esa nueva directriz a través de periodistas oficialistas.
La libertad de prensa está descartada en Cuba, donde el artículo 53 de la Constitución prohíbe la existencia de medios privados.
La «Nueva Política de Comunicación» habría sido aprobada en el primer trimestre del año, cuando esa área estaba bajo la supervisión de Díaz-Canel, entonces vicepresidente de Raúl Castro.
El documento —que amplía una serie de orientaciones de 2007 del Buró Político— buscaría encauzar la labor de los medios de prensa estatales y el manejo de la comunicación en general para intentar contrarrestar los canales de información alternativos, explicaron algunos periodistas que pidieron no revelar sus nombres porque no estaban autorizados a ventilar el asunto con colegas extranjeros.
La nueva política establecería, por ejemplo, modelos de gestión para la prensa que podrían generar ingresos mediante la inserción de publicidad y la administración de presupuestos por la venta de servicios o auspicios. Al mismo tiempo, se crearía un instituto o dependencia no partidario para regular a los medios.
Además permitiría a los directores de los periódicos, canales y radios una mayor autonomía para emitir las noticias de impacto —como el accidente de avión del pasado 18 de abril o los daños causados por la tormenta Alberto— sin esperar la autorización del Departamento Ideológico del PCC, así como tener en sus reportes más fuentes que las estrictamente oficiales.
Igualmente, buscaría formar oficinas de prensa en ministerios y municipios a fin de que los funcionarios den cuenta de sus acciones a los medios, algo inusual en Cuba.
Antes de aprobar la nueva política de comunicación, el Buró Político consultó el documento al menos tres veces con expertos, intelectuales y miembros de la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), indicó uno de los consultados por la AP.
Otro dijo que el PCC espera «contrarrestar una guerra mediática» que según el Gobierno busca desprestigiar el modelo castrista y es impulsada por grupos de interés de Estados Unidos, al tiempo que hace a los medios económicamente sostenibles y más creíbles ante la población.
De acuerdo con las entrevistas realizadas por la AP, esta nueva política de comunicación del PCC no aborda, sin embargo, de manera directa la situación de los llamados medios alternativos, el grupo de blogs o portales que jóvenes periodistas cubanos han lanzado en internet en los últimos años.
Para estos comunicadores, muchos de ellos graduados por el Gobierno y que están haciendo periodismo fuera de los medios oficiales, no importa tanto la nueva política, sino que se elabore una ley de medios que los iguale con sus pares oficiales para tener acceso a las fuentes, o que la reforma constitucional en preparación reconozca que los órganos de prensa puedan ser privados o de cooperativas y no solo estatales.
Hasta ahora la nueva política de comunicación del PCC fue mostrada solo a un grupo reducido de periodistas de medios oficiales tanto en la capital como en las provincias, pero se espera que se dé a conocer antes de un congreso de la UPEC en julio.
El alcance que tendrá, no obstante, será dudoso. Por el momento no parece que el PCC esté dispuesto a soltar control sobre la información que se emite a través de los medios estatales.
«La falta de inmediatez es solo uno de los problemas del periodismo cubano, pero no el más grave. Usted puede tener una cobertura inmediata pero igual de sesgada y eso no es periodismo de calidad», dijo José Raúl Gallego, académico de la provincia de Camagüey y periodista del medio digital El Toque.
Con información de AP y DC