El huracán Matthew dejó un rastro de devastación en la Mayor de las Antillas y se dirige a la Florida, cuyos habitantes están en alerta.
En casi una década, Matthew resulta el más poderoso del Atlántico. La tormenta que tocó tierra en el extremo este de Cuba en la tarde del martes, dejó un rastro de destrucción material pero ninguna víctima mortal.
Al territorio cubano, Matthew arribó como ciclón categoría 4. El ojo de la tormenta entró por Punta Caleta, en la provincia de Guantánamo, a las 6 de la tarde y se mantuvo estacionario por varias horas hasta que salió de la Isla en la madrugada del día 5.
Las imágenes capturadas en el archipiélago muestran la destrucción que dejó a su paso en la localidad de Baracoa, la ciudad más antigua de Cuba.
Según informó la BBC, 35 000 residentes, de un total de 82 000 fueron evacuados de las casas más próximas a la costa antes de la llegada del fuerte huracán.
Medios nacionales indicaron que las calles de Baracoa quedaron bloqueadas, dejando la ciudad temporalmente aislada del resto de la provincia de Guantánamo.
A la par se registraron graves daños en viviendas y caídas de postes de electricidad.
Al decir de Cubaperiodistas.cu, en la reunión del Centro de Dirección del Órgano de Trabajo del Consejo de Defensa Nacional para Situaciones de Desastres, efectuada este miércoles, Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil en la Isla (EMNDC), explicó que prosigue el proceso de evaluación, aunque aún no se cuenta con cifras oficiales.
Matthew provocó fuertes marejadas e inundaciones costeras en Baracoa, con olas de seis a ocho metros de altura, en tanto el radio de la pared del ojo abarcó de Maisí hasta Baracoa, por lo cual resultaron junto a Imías los municipios más dañados y con escasa comunicación.