Con el objetivo de combatir al nuevo coronavirus en Cuba se trabaja en el desarrollo de una vacuna propia y al mismo tiempo negocia con Rusia para fabricar en la isla la registrada por los científicos de esa nación euroasiática.
Aunque la vacuna presentada en Rusia debe ser validada en una tercera fase de ensayos para ser considerada completamente apropiada. En Moscú se anunció que Cuba está entre los países que podrían coproducir la vacuna Sputnik V desarrollada por científicos rusos y cuyo anuncio causó un verdadero revuelo esta semana.
“Cuba goza de unas capacidades excelentes para fabricar vacunas. Estamos discutiendo el lanzamiento de la producción con varias empresas cubanas, creemos que Cuba puede convertirse en uno de los centros clave de la producción de vacunas”, dijo Kirill Dmítriev, director del fondo de inversión que financió el proyecto del laboratorio Gamaleya de Moscú, según un despacho de la agencia rusa Sputnik.
“Hay varios países que están trabajando… Nuestro país está trabajando con candidatos vacúnales”, reveló el jefe de Epidemiología cubano Francisco Durán al señalar además que los científicos moscovitas están en contacto con sus pares isleños del Instituto Finlay.
Los medios de prensa oficiales en Cuba, afirman que expertos cubanos desarrollan cuatro posibles vacunas, una de ellas muy avanzada en las pruebas de ensayo. La isla cuenta con la posibilidad de fabricarla masivamente, señalan. Por su parte el mandatario Miguel Díaz-Canel, compartió en Twitter “Estoy seguro de que lo lograrán”, alentando a los investigadores cubanos.
“Cuba produce casi el 80% de las vacunas que consume el Programa Nacional de Inmunización, capacidad de producción de vacunas tiene el país. Está el Instituto Finlay y hay una gran área de innovación tecnológica”, explicó el director de la Organización Panamericana de la Salud en la isla, el chileno José Moya, en una entrevista telefónica con The Associated Press.
La Organización Mundial de la Salud afirmó que todas las posibles vacunas deben completar el procedimiento final de ensayo antes de ser distribuidas y los expertos advirtieron que las vacunas que no completen las pruebas pueden resultar dañinas de diversas formas, desde un impacto negativo en la salud a crear una falsa sensación de seguridad.