El neurocirujano Enrique de Jongh Cobo se convirtió, el pasado 28 de enero, en el primer cubano en alcanzar los 6.962 metros del Aconcagua, que es la cumbre más alta del continente americano.
El doctor ―de 57 años de edad― consiguió su propósito en el segundo intento, y lo hizo como homenaje al 165 aniversario del natalicio de José Martí, quien en el ensayo “Nuestra América afirmaba: “De la masa de nieve se levanta, resplandeciendo, el Aconcagua. A los pies, en las nubes, vuelan los cóndores”.
En declaraciones a un medio de prensa de Cuba, el médico destacó “Son muchos los riesgos que corres cuando intentas subir casi 7 000 metros sobre el nivel del mar. La altitud, el frío, los fuertes vientos, la rapidez con que cambia el tiempo…”.
Precisó, además, que subió con muy pocas pertenencias: la bandera cubana, la de la Sociedad Cubana de Neurología y Neurocirugía, un par de guantes colgados al cuello y varios abrigos.
En su primer intento lo tuvo que abandonar por temor a que se le congelaran las yemas de los dedos. En aquella ocasión necesitó atención médica y tratamiento con cámara hiperbárica. Esta vez, finalmente, lo ha conseguido.