Altos cargos en la isla han rechazado rotundamente alguna implicación en las acusaciones contenidas en un informe de la inteligencia estadounidense, que revela una estrategia digital puesta en marcha por el gobierno cubano para dañar al expresidente Donald Trump en las elecciones del último noviembre, y así influir en el voto de la comunidad latina.
“Una vez más mienten, difaman y difunden información falsa”, ha respondido desde su tribuna de Twitter el presidente Miguel Díaz-Canel, al reiterar la falsedad de acusaciones de representantes de la Administración Trump (2017-2021).
“Es una calumnia”, ha dicho Díaz-Canel a quienes intentan construir la matriz sobre una injerencia cubana en los comicios electorales norteamericanos.
De acuerdo con fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores del país caribeño, el actual Gobierno de Estados Unidos confirmó que Cuba no intervino ni intentó intervenir en las elecciones de noviembre.
También sirve como respuesta un párrafo perteneciente a una evaluación de la Seguridad Nacional estadounidense sobre el tema, compartido por el director del Centro de Investigaciones de Política Internacional y exembajador cubano en Washington, José Ramón Cabañas.
Según precisa este informe, «son bajas las probabilidades de que Cuba impulsara actividades relacionadas con una narrativa antirrepublicana y prodemócrata».
Justo cuando en noviembre de 2020 los abogados vinculados a Trump hablaron por primera vez sobre una interferencia de Cuba en el proceso electoral, el canciller Bruno Rodríguez rechazó de inmediato tales acusaciones.
Rodríguez dijo en ese momento que Cuba no interfiere en el proceso electoral de otros países, en contraste con la política del Departamento de Estado norteamericano.
El informe elaborado para el Consejo Nacional de Inteligencia ha sido publicado bajo el título «Amenazas extranjeras a las elecciones federales de EE.UU. de 2020», e incluye una corrección a Trump y su campaña.
Acerca del gobierno cubano, el informe puntualiza: «Cuba intentó mermar las posibilidades electorales del expresidente Trump impulsando narrativas contra los republicanos y favorables a los demócratas en la comunidad latinoamericana. La inteligencia cubana probablemente condujo algunas acciones de bajo perfil en apoyo de estos esfuerzos».