En vivo por tele rebelde y desde la atenas de Cuba el quinto juego de esta Gran final del béisbol cubano entre las selecciones de Matanzas vs Camagüey
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En el juego de ayer el zurdo Yamichel Pérez le dio la victoria a Matanzas de 5-3 ante Camagüey, y puso la gran final de la LIX Serie Nacional de Béisbol a un paso del jaque mate.
Para la causa de los Cocodrilos, este fue el noveno triunfo sin derrotas al aval del refuerzo espirituano Yamichel, quien hoy signó cota de tres meses sin perder, camino que encauzó desde el pasado 15 de octubre, cuando cedió precisamente contra Matanzas, en la fase de comodines.
Este duelo de hoy fue una muestra de que, en el béisbol, la velocidad en los envíos influye, pero no determina. A puro control, movió bien la pelota hacia las esquinas y confundió a la poderosa batería de los Toros de la Llanura, que siguen sin producir carreras.
En 8.0 innings, Yamichel limitó el gasto ofensivo rival a cinco hits, con igual cantidad de ponches, y su zona de strike fue impecable, porque apenas otorgó un boleto. De las dos carreras que permitió, una fue sucia, por uno de los cinco errores cometidos por la defensa yumurina.
Traté de sacar siempre el primer out, y para ello me basé en los lanzamientos en la zona baja del plato, para obligarlos a batear de roletazo, comentó Yamichel a la Agencia Cubana de Noticias al culminar el juego, y signar así su primera histórica victoria en cinco fases de postemporadas.
En el orden ofensivo, el jugador clave por los matanceros fue el primer bate César Prieto, quien llevaba de 12-0 en esta final y hoy se fue de 3-3, incluido un jonrón en la parte baja del séptimo inning, para romper el abrazo a dos reflejado en ese momento en la pizarra del estadio Victoria de Girón.
Mientras, el mentor de los agramontinos Miguel Borroto se mostró inconforme con las decisiones del árbitro principal Fernando Zamora quien, comentó, le cantó muchos strikes que eran bolas por lanzamientos alejados de la zona al zurdo Yamichel, y además, no debió expulsar al relevista (Frank) Madan.
Borroto aludía así al pelotazo que le dio Madan a César Prieto, después de haber golpeado al bateador anterior Lázaro Blanco.
