Si de creaciones cubanas hemos hablado en Todo Cuba Online, no pueden pasar por alto algunos de nuestros zapatos. Muchos clasificaban en la categoría CDR (para el campo, docente y la recreación) si estabas becado o becada.
Muchos recuerdan con añoranza los zapatos cubanos que los acompañaron en diversas situaciones. Únicos en el orbe, ya muchos han quedado en solo un bello recuerdo:
Los kikos: El terror de la generación de becados, entiéndase estudiantes en escuelas internas. Los kikos eran evocadores de los olores más inusitados en un albergue. Cuando te los quitaban quedaban todos los dibujos grabados en la piel.
Las botas cañeras: Calzado popular e increíblemente multipropósito que se hizo famoso durante los años setenta. Lo mismo estos servían para ir a cortar caña que para asistir a la boda de tu mejor amigo. ¿Cómo la gente lograba bailar con ellas?
Los catarritos: ¿Que niña cubana no lloró cuando su par de zapatos nuevos se le mojaron y se abrieron? Pues los catarritos eran tan lindos, de tan variados colores, pero tan frágiles. Hechos a base de cartón y plástico, se deshacían con tan sólo tocar el agua. Si se te ocurría salir en tiempo de lluvia…
Las kikas: Pues si habían kikos, no podían faltar las kikas, un par de chancletas negras que muchos empleaban para bañarse en las beca o hacer el autoservicio.
Los chupameaos’: Se trata más de un concepto que de un calzado, e incluye a todos los calzados, ya sean de tela, plástico o papel. El asunto estaba en resistir la orina en la época en que no existían los desechables.
Los bocaditos: ¡Otra vez los calzados colegiales! Y es que los bocaditos sustituyeron a los kikos plásticos. En ocasiones eran una especie intermedia entre las zapatillas deportivas y los zapatos de piel, pero siempre de color negro y en otras eran sólo de piel. ¡La creatividad puesta en función de lo feo!
Cocalecas: Sandalias cubanas con tiras de cuero atadas a los tobillos y piernas. Se empleaban mucho por jóvenes féminas cuando salían en las tardes o a las fiestas.