Una nueva licencia de importación de automóviles, con un costo de diez millones de dólares, autoriza a pequeñas y medianas empresas a importar vehículos para su explotación. La aprobación revoca la prohibición que ha permanecido en Cuba para realizar estas operaciones.
De acuerdo a Eduardo Aparicio, de Apacargo Express, esta licencia incluye “autos de uso, autos nuevos, trailers, tractores y todos los equipos de la agricultura”, no obstante, puntualiza que los equipos que se importen a Cuba, pueden adquirir precios muchos más altos de lo que cuestan en otros lugares. Por un automóvil de 20,000 dólares de los Estados Unidos, podrían pagar alrededor de 6,000 dólares más en impuestos y otros 10,000 dólares en logística y documentación.
El embargo estadounidense impuso restricciones a la exportación de una variedad de productos a Cuba, además de los automóviles, también de productos alimenticios, electrodomésticos y otros bienes de consumo. Sin embargo, con la nueva licencia, ahora es posible exportar estos productos a Cuba. Para Aparicio, esta autorización es un paso positivo en dirección a cambios más significativos de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos.
A pesar de que en la actual crisis económica que atraviesa Cuba, más que un beneficio, tener un automóvil se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza por la falta de combustible principalmente, ha sido por años el anhelo de muchos cubanos pero que solo pocos privilegiados han logrado alcanzar.
