La florería Los Sauces en Santiago de Cuba vende las flores para el mausoleo del héroe independentista José Martí pero regala las que adornan la piedra con las cenizas de Fidel Castro, según dio a conocer el semanario oficial Sierra Maestra.
La cooperativa Calixto García de Holguín es la que abastece diariamente de flores frescas a Los Sauces y fue el presidente de dicha cooperativa quien decidió regalar las flores para el monolito del difunto gobernante.
Este hombre, cuyo nombre no refiere Sierra Maestra, «es el productor de las flores que se les depositan a los mártires que descansan en el camposanto santiaguero y en especial las que cada día se depositan ante la piedra monolito que guarda las cenizas (de Castro), a José Martí en el mausoleo erigido a su memoria y también a los padres fundadores de la nación cubana, Mariana (Grajales) y (Carlos Manuel de) Céspedes».
«En el caso de las flores blancas que se le depositan a Fidel Castro, el presidente de la cooperativa decidió que las iban a entregar gratuitamente; y para fechas significativas relacionadas con él como el día de su cumpleaños, 13 de agosto, y de su fallecimiento, 25 de noviembre, se les regalarán a quienes acudan a rendirle tributo», agrega Sierra Maestra.
La florería Los Sauces abrió el pasado 10 de octubre cerca del Cementerio de Santa Ifigenia y se dedica a comercializar flores para esta necrópolis, así como a hacer otros arreglos florales para empresas, organismos y para la población.
Asimismo, vende las rosas a dos pesos moneda nacional para los familiares de los difuntos de la necrópolis santiaguera.
Sierra Maestra no precisa si esta florería es estatal o de un trabajador cuentapropista.
El pasado mes de octubre el régimen trasladó sin consultar a nadie los restos de Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales a la misma zona del cementerio de Santa Ifigenia donde están los restos de Martí y Castro.
Este suceso puso en evidencia las intenciones de la nomenklatura de intentar «blindar» las cenizas del dictador escoltándolas con aquellos a los que cubanos de diferentes tendencias consideran héroes.
El régimen sigue haciendo gala de su predilección necrológica de mover cadáveres y de continuar casi seis décadas después construyendo su semiótica del poder sobre los mismos signos que intentan reescribir la historia nacional siempre desde la óptica del castrismo.
Tomado de Diario de Cuba