Mientras los cubanos debaten en la calle y en las redes la inamovibilidad del unipartidismo y la omnipotencia del Partido Comunista de Cuba, refrendados como principios de hierro en la reforma constitucional en curso, el gobierno insiste en reafirmar el monopolio de poder de la única formación legal frente a los ataques «imperialistas».
La celebración de los 93 años de la creación del PCC centró este viernes la edición del diario estatal Granma, que dedicó su portada y contraportada a la trayectoria del partido, calificado en la Carta Magna vigente, de 1976, como «la fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado».
«El pluripartidismo es el gran instrumento del imperialismo para mantener a las sociedades fragmentadas, divididas en mil pedazos; convierte a las sociedades en sociedades impotentes para resolver los problemas y defender sus intereses», cita el diario del partido un viejo discurso de Fidel Castro.
Fidel (1926-2016) afirmó en la década de 1990 que «un país del Tercer Mundo no se puede dar ese lujo» de ser dividido y aseguró tener «la más profunda convicción» de que «la existencia de un partido es y debe ser (…) la forma de organización política» de Cuba.
Raúl Castro, quien liderará el PCC hasta 2021, aclaró en julio pasado que, aunque el proyecto constitucional debatido hoy en todo el país dejó de usar el término «comunismo» en su texto, no modifica «el carácter irrevocable del socialismo» ni el «papel dirigente» del Partido.
El artículo 5 de la nueva Constitución ratifica al Partido «único, martiano, fidelista y marxista-leninista» como centro de poder en la Isla, en la que el presidente aparece por debajo del primer secretario del PCC en la escala política.
La polémica sobre el tema se intensificó, sobre todo en las redes sociales, durante los debates del Anteproyecto de Constitución en el Parlamento unicameral cubano, que aprobó en julio el borrador de Carta Magna.
«Hay una fuerza que está por encima del Estado, que es dirigente y superior, que es el Partido. Luego la Constitución no puede trazarle directrices al Partido», aseguró entonces el presidente de la Comisión parlamentaria de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, José Luis Toledo, en un vídeo que se ha hecho viral en el país.
En Facebook, la red social más usada por los cubanos, los comentarios a favor y en contra llenaron las páginas y grupos creados expresamente para discutir la reforma constitucional, que se votará en referendo el próximo 24 de febrero después de tres meses de consultas populares.
Para algunos miembros del grupo público «Reforma Constitucional de la República de Cuba», la intervención de Toledo «fue la menos razonable que escuchamos durante el análisis de la aprobación del Proyecto» y «entra en total contradicción con el artículo 1, que dice que ‘Cuba es un Estado socialista de derecho'».
«Si la Constitución no puede trazarle directrices al Partido, que es la fuerza superior dirigente de la sociedad, me pregunto entonces, ¿cuál es el objetivo de la Constitución?», publicó, por su parte, el usuario Hansel Bonilla en el mismo grupo.
Otra de las «contradicciones» que los internautas señalan es que si el poder recae en el Partido Comunista, integrado por menos de un millón de personas, de una población superior a los 11 millones, la dirección del país está en manos de una minoría, lo cual va en contra de la premisa socialista de la participación del pueblo en el Gobierno.
Con información de Granma y DC