Ante las inmediatas reacciones y numerosas críticas que provocó una publicación realizada por la Dirección Municipal de Salud del municipio Yara, en la provincia Granma, pocas horas después fue eliminada.
Imágenes de trabajadores que integran el llamado en Cuba, “ejercito de batas blancas” y en esta ocasión literalmente armados acompañaban el post en el que se pudo leer:
«Los trabajadores de la Salud que conforman la brigada de respuesta rápida en el Policlínico Luis E. de la Paz se preparan para diferentes eventos de manifestación enemiga en Yara».
El personal de la salud portaba palos y armas rústicas, una de las publicaciones realizadas calificaba el hecho como:
“Bochorno, indignación, desvergüenza… no caben palabras que no sean estas para describir las fotos que circulan en las redes sociales en las que se pueden ver a trabajadores del Ministerio de Salud, incluidos médicos enfermeras, armados con palos para enfrentar a la población en caso de producirse una de las manifestaciones”.
Qué vergüenza que personal de Salud porte instrumentos capaces de causar daños a otros. ¿Dónde queda la bioética y el principio de no maleficencia? ¿En serio puede un profesional de la Salud causar daño intencionado a un ser humano?, fueron otras de las expresiones.
Cada vez son más numerosas las protestas o llamados cacerolazos en Cuba, ante los reiterados y prolongados apagones a los que está siendo sometida la población de la isla, las cuales suelen producirse en horario nocturno. Las personas salen a las calles sonando las cazuelas, gritando consignas en contra del gobierno y en muchos casos arrollando al ritmo de la conga
A la Policía Nacional Revolucionaria, las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior, se le han sumado en los últimos meses las ya conocidas en Cuba, brigadas de respuesta rápida que aparecen armadas con palos para ayudar a contrarrestar dichas protestas.