Contra la pared pueden estar próximamente alrededor de 300 000 mil trabajadores cubanos cuyos empleos se afectarán por las pérdidas que sufrirán algunas empresas estatales debido a la unificación monetaria consistente en la eliminación del CUC y el establecimiento de una tasa de cambio fija.
En comparecencia en el programa Mesa Redonda, Marino Murillo reconoció que dichas empresas no serán capaces de superar la devaluación del peso cubano, razón por la cual serán asistidas con subsidios estatales.
El jefe de la Comisión de Implantación y Desarrollo de los Lineamientos, dijo que la alternativa para estos trabajadores “no es el desempleo, pero tampoco financiar de por vida empresas ineficientes”, por lo que el Estado prevé subsidiar las que presenten pérdidas en 2021 y cerrar las que no aumenten su rentabilidad para 2022.
Estas entidades serán rescatadas de la ineficiencia dependiendo de la recuperación del sector turístico, reducido casi en su totalidad por la pandemia y las sanciones impuestas por el gobierno norteamericano aseguró Murillo.
El PIB sufrió un decrecimiento de un 11% en el año 2020, y algunos países abandonaron proyectos de colaboración como el caso de Rusia, resultado directo de la ineficiencia de Cuba, para pagar la deuda externa. El año 2019, justo antes del declive mundial, el índice de empleo en Cuba aumentó en 102 520 trabajadores, de los que el 89% representa a los cuentapropistas; y en noviembre, se reportó que miles de entidades estatales pequeñas se convertirían al sector privado.
Sobre este proceso, el economista cubano residente en Estados Unidos Carmelo Mesa-Lago comentó al Nuevo Herald que puede ser “algo positivo si se hace con rapidez y sin trabas y desincentivos.”
Por su parte, Pedro Monreal, también economista, plantea como causa de muchos de los problemas existentes, que no hayan sido legalizadas las PYMES (pequeñas y medianas empresas), lo que lleva a destinar 18 000 millones de pesos del presupuesto, equivalente a una “ayuda” de 60 mil pesos por trabajador.
