Para ningún cubano es un secreto que, en la Isla, la inmensa mayoría de sus habitantes enfrentan dificultades de diversa índole producto de disímiles causas. Sin embargo, nuestro pueblo ha sabido crecerse antes las adversidades y construir una sociedad y cultura que hace culto a la alegría, música, solidaridad y entrega.
No obstante, existen momentos que constituyen verdaderos tropiezos para el cubano de a pie. Todo Cuba Online te comparte algunos de ellos:
Que se refieran a los isleños como incultos o vagos: ¡Para nada! Es que nos han dado una famita a nivel mundial de dicharacheros y “musicales”, además de las condiciones en la Isla que influyen. Pero el cubano es trabajador y sacrificado, incluso si se lo propone, puede hablar con base sobre cualquier tema. Si intentas conversar sobre nosotros, seguro que no sabrás más que un ejemplar de antillano.
Que falte el pan: El pan es un alimento esencial para el cubano. A cada instante hay que tener uno al alcance para prepararlo con lo que se tenga. Si es con aceite y sal, pues lo disfrutamos de gran manera. Solo que toca uno por persona. El día que falta o no alcanza, comienzan los problemas.
Que falte el café: Ya habíamos hablado al respecto en posts anteriores. El cafecito cubano se extraña estemos donde estemos. Ese que nuestras madres o abuelas preparan con tanto cariño. Si nos falta, resulta un dolor de cabeza. Hay quienes lo necesitan para poder empezar el día.
No saber dónde queda el estadio de béisbol: La pelota cubana es el deporte nacional por excelencia. Si usted es cubano, un poco tiene que saber de pelota. Cuando no se conoce el lugar donde está ubicada la instalación y hay un juego estrella, el cubano se desespera.
Que nos sacrifiquen la novela: El cubano es novelero. Digamos que disfruta tanto de los deportes como de las telenovelas, sobre todo brasileñas. El día que la programación nacional decide retrasar la emisión diaria de la novela o posponerla, comienzan “las palabras a salir de la boca”.