La caída en desgracia del CUC comenzó una vez que llegaron las modernas tiendas en divisas extranjeras, y de repente los cubanos comenzaron a buscar dólares desesperadamente para acceder a los productos que solo aparecen allí donde el Estado ha previsto un nicho para captar la moneda dura.
Las limitaciones de Washington a los viajes de estadounidenses a Cuba menguaron el flujo de dólares, y la decisión de cerrar las fronteras en marzo detuvo el turismo a su máxima expresión.
Lo último fue la ruptura de las remesas vía Wester Union a la isla, y aunque el país ha buscado alternativas para escabullirse en ese entramado de persecusión financiera por parte de Estados Unidos, llegaron los vuelos desde Miami y han devuelto un aire fresco a los billetes verdes en las calles.
Ahora mismo el dólar se desplaza entre 1.50 y 1.70 cuc, como se ve en Revolico, uno de los sitios de anuncios de compra-venta más solicitados entre los cubanos, donde las monedas extranjeras registran hasta un 50 % y un 70 % por encima de su valor oficial.
Las redes sociales son otros senderos para encontrarle la cara al dólar, a veces la más fea: 1.80 cuc por cada uno. También es cierto que estos espacios han sido perseguidos por la policía, y en más de una ocasión han sido denunciados en la pantalla de la televisión nacional.
Las dudas sobre el futuro de esta moneda en Cuba salen por todos lados, sobre todo a la espera de que el Gobierno ponga en práctica las medidas sobre el ordenamiento monetario que prometió y que, al parecer, tendrán vigencia a partir de enero del 2021.
