La compañía de cualquier mascota evoca ternura, compañía y amistad, cualidades que se intensifican cuando la soledad busca filtrarse en la vida de los criollos. Es en estos momentos cuando la mascota adquiere un rol más importante, al sentirla parte de la familia y aún más, como otro amigo en Cuba.
La mayoría de los cubanos muestra una actitud positiva a través de su relación con un animal de compañía, sobre todo aquellos que sufren problemas de tipo psicológico o físico.
Una de las mascotas preferidas de los cubanos son los perros. Muchos hogares poseen uno. Los isleños que comparten parte de sus vidas con un perro están convencidos de la singularidad de esta relación fundada en una lealtad incondicional.
Los gatos constituyen otros de los animales que los criollos aman tener en sus casas. Hay quien se dedica en pura obra de caridad a alimentar a todos los felinos del barrio, incluso los que aún no están domesticados. En varios hogares conviven gatos y perros sin ninguna dificultad.
Por otro lado están las jicoteas. Los antillanos las adquieren para sus hijos, pero estas necesitan cuidados especiales en ocasiones. A diferencia de perros y gatos, estas no causan alegrías al humano, por lo que muchos cubanos optan por ellas como mascotas.
Les siguen los peces. Una de las atracciones en la Isla es el Acuario Nacional. Todos los años, esta instalación es visitada por un número considerable de niños que desean conocer la extraordinaria belleza marina del archipiélago. Los más pequeños de casa desean tener un pececito en su hogar, por lo que habrá que ir al río más próximo o encontrar quién los vende, comprar una pecera y allí criarlos.
Asimismo, les llega al turno a las aves. Cuando se es pequeño y se vive en zonas rurales, uno de los pasatiempos predilectos es atrapar un ave pequeña y tenerla como mascota en su jaula. Los cubanos gustan de tomeguines, sinsontes, azulejos, cotorras, pericos, negritos, entre otros ejemplares.
Un animal de compañía casi siempre se adapta al ambiente de un ser humano sin importar su naturaleza: se adhiere a un grupo, familia o sociedad, la cual le dota de todo lo necesario para su desarrollo muchas veces. Ellos necesitan cuidado y amor. No los maltrates.