Una fuente asegura a la agencia Reuters que una pequeña minoría de los más de 7.000 restaurantes administrados por el Gobierno cubano se convertirán en nuevas empresas estatales no subsidiadas y el resto pasaría al sector privado.
La medida iría en el mismo rumbo que tomaron los 258 restaurantes estatales en La Habana al convertirse en cooperativas y empresas privadas a través del arrendamiento, decisión tomada por Raúl Castro cuando presidía el país y en la capital habían unos 1.900.
La fuente de Reuters dijo que el 60% de esos restaurantes mejoraron sus servicios, el salario entre un 600 y 800%, y los robos se controlaron.
Al menos 12 restaurantes en La Habana podrían quedarse bajo la gestión estatal, en lo que 450 serán arrendados, según la fuente de la agencia.