Un hecho vandálico en la Ciudad de México, contra las estatuas del fallecido gobernante cubano Fidel Castro y el argentino Che Guevara, ocurrió este fin de semana cuando fueron cubiertas con sábanas manchadas de rojo, simulando la sangre, y sobre las que colgaba un cartel que decía “asesino”.
Las imágenes que se encuentra en un parque céntrico de la ciudad, a unas cuadras de donde se conocieron las dos polémicas figuras, antes de ir a Cuba para alzarse en la Sierra Maestra en contra de Fulgencio Batista, son obras creadas en el año 2017 por el escultor Óscar Ponzanelli y ante el retiro de la Escultura de Cristóbal Colón por parte de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, artistas, intelectuales y ciudadanía demanda el retiro de quienes cobraron muchas vidas representadas en esta obra.
“Así, con sangre y el letrero de ASESINOS, es como se debería representar a estos dos artífices de la dictadura cubana que tiene a su pueblo en la miseria y sin libertad”, publicó en la red social Twitter la diputada América Rangel Lorenzana, junto con una foto suya en el monumento ubicado en la Colonia Tabacalera.
Celebro que se haga esto: Que latino américa sepa que México no tolera socialistas y que el @GobiernoMX no representa nuestro sentir. pic.twitter.com/i2qReSwHBb
Un internauta mexicano llamado Omar Castrejón creó la petición en change.org para “remover de la CDMX las estatuas de Fidel Castro y el Che Guevara y fundirlas (sic)”.
Dice @Claudiashein que la decisión de remover el monumento a Colón partió del @senadomexicano al recibir cartas firmadas por mujeres indígenas.
Propongo enviar cartas para remover esta inmundicia de Fidel Castro y el «Che» y hacer un monumento a la clase media contribuyente. pic.twitter.com/Wx1HRtBTL5
En la petición, se alega que las estatuas son “un insulto para las víctimas de Cuba y sus imágenes representan una ideología contraria a los valores y principios democráticos y humanistas de la nación mexicana”, y añade Omar Castrejón:
“Proponemos que el material, resultado de la fundición de estas esculturas, sea utilizado para la creación de un monumento dedicado a la clase media trabajadora y contribuyente de México”, finaliza la petición.
Hasta el momento la petición suma casi nueve mil firmas. Entre los simpatizantes se pueden leer comentarios como: “No tienen nada qué hacer en México”, “Van contra la historia del país” y “Es ridículo que las pongan en el país”.