La guerra del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, contra las pandillas en busca de reducir la violencia que por años figura en el país ha vuelto a ser noticias en las redes sociales, medio que además, está siendo utilizado como tribuna política durante la ofensiva.
El gobernante lanzó este miércoles un tuit con el que se conoció del traslado de un grupo de pandilleros efectuado en la madrugada de ese día desde al reclusorio de Izalco hasta la megacárcel, ubicada en un área rural de Tecoluca, unos 74 km al sureste de San Salvador.
«Este día, en un nuevo operativo, trasladamos al segundo grupo de 2,000 pandilleros al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Con esto, ya son 4,000 pandilleros los que habitan la cárcel más criticada del mundo», escribió Bukele en Twitter.
Próximo a cumplirse un año desde que Nayib Bukele decretó un duro régimen de excepción, que ya va por 11 prórrogas y que limita derechos y libertades constitucionales en todo el país, el mandatario continúa las acciones a pesar de muchas críticas y haber sido denunciado por organismos de derechos humanos que catalogan de severo el régimen de reclusión.
Tanto la comunidad internacional como organizaciones salvadoreñas culpan al Gobierno de usar la tortura, arrestos arbitrarios y desapariciones forzadas en su embestida contra las llamadas maras, sin embargo, el Gobierno ofrece poca información al respecto, salvo las citadas publicaciones del presidente a través de las redes sociales.
El mandatario divulgó imágenes del traslado mediante un video de poco menos de un minuto y medio de duración, donde se pueden ver los presos esposados de pies y manos, vestidos con apenas un calzón blanco para que se vean los tatuajes, una de las marcas de las pandillas. En fila, con la cabeza agachada hasta la nueva cárcel, donde se colocan de cuerpos pegados unos a otros.
Cuando se produjo el primer traslado de presos al complejo presidiario, el mandatario también publicó un vídeo destacando que se trataba de “la cárcel más grande de toda América” y asegurando a los detenidos que: “Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin hacerle más daño a la población”.
El CECOT fue equipado con alta tecnología para la vigilancia, a los reclusos no se les permitirá contactar con el exterior, solo saldrán de sus celdas cuando les corresponda la audiencia de los tribunales de justicia.
La noticia lee: «…denunciado por organismos de derechos humanos…». Me pregunto si estos mismos organismos se han preocupado por los derechos humanos de las victimas.