‘PIONEROS POR EL COMUNISMO… SEREMOS COMO BAD BUNNY’

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Cuba
Tomada de DC
Escuelas habaneras de la enseñanza secundaria celebraron este 4 de abril el aniversario 57 de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM) al ritmo de las canciones del reguetonero puertorriqueño Bad Bunny.

«Este país cada día se vuelve más loco», comentó Rosa Olga Otero mientras observaba con resignación a su hija, de noveno grado, «perrear» rodeada de cuatro compañeros de aula en la Secundaria Básica Desembarco del Granma, en Arroyo Naranjo.

«Cuál es el sentido de prohibir una canción en la radio, si en las escuelas y bajo la complicidad de directivos y profesores se celebra una fecha así con canciones que incitan a peores cosas que tener sexo en público», añadió Otero en referencia a que, meses atrás, emisoras de radio estatales en la Isla habrían censurado la canción «Felices los cuatro», de Maluma.

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La razón, según explicaron los censores en aquel momento, era que esta canción incitaba al sexo en grupo.

Según un spot de la emisora nacional Radio Progreso, las celebraciones por el 57 aniversario de la OPJM —institución subordinada a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y destinada al adoctrinamiento político de los niños— estarían dedicadas este año a Fidel Castro y a Ernesto Che Guevara

El spot recordaba a los pioneros cubanos rendir homenaje al lema de esta organización: «¡Pioneros por el comunismo, seremos como el Che!»

«Pero es más de lo mismo, llover sobre mojado», dijo Reina Isabel Estrada, madre de un alumno de la Secundaria República de Paraguay, recordando que el Ministerio de Educación ha prohibido utilizar en las escuelas determinado tipo de música y canciones, mucho menos para amenizar actividades o efemérides político-ideológicas.

«Las críticas se divulgan, pero los directivos de las escuelas pasan por alto estas regulaciones. Prohíben a los alumnos utilizar celulares y les exigen llevar correctamente el uniforme; en cambio, permiten este tipo de canciones. Lo único que falta es que en vez del himno nacional pongan una canción del ‘conejo malo'», criticó Estrada.

«Los adolescentes también necesitaban divertirse», justificó una maestra de la Secundaria Básica José Luis Arruñada, en Nuevo Vedado, que pidió no ser identificada.

Después del acto político-ideológico, que duró casi tres horas, «esos muchachos lo que quieren es desconectar», añadió.

«A ellos les gusta esa música, la llevan en sus celulares y la asimilan sanamente», opinó esta profesora, mientras se escuchaba en el altavoz un fragmento de la canción «Me llueven».

«Las putas a mí me llueven / los envidiosos a mí me llueven / el dinero a mí me llueve».

¿Quién le pone cascabel al conejo?

La Chula, vecina del Cerro, tiene dos sobrinos que estudian octavo grado. Coincidió en que resulta incongruente que la familia invierta tiempo en educar y formar a los niños, mientras la dirección de una escuela «permite canciones de este tipo».

«Dónde está entonces el ejemplo, quién le pone el cascabel al conejo. Es la locura. Obligan a los pioneros a gritar ‘seremos como el Che’ y, tres segundos después, le ponchan el peor tema de Bad Bunny», cuestionó La Chula.

En opinión de otros habaneros, como el oftalmólogo Serafín Collazo, la cuestión no radica en prohibir una canción, sino en la contradicción que existe entre lo que divulgan los medios de comunicación estatales y lo que sucede en las escuelas puertas adentro.

«Lo que alarma no es ver ‘perrear’ a nuestros hijos un 4 de abril, sino que el Gobierno niega que algo así pueda ocurrir en un centro escolar y, en caso de trascender el hecho, se asume como un simple caso aislado», señaló Collazo, padre de una alumna de secundaria en Centro Habana.

Cada año, el MINED insiste en que la escuela, como institución que debe desarrollar el interés por el estudio y el sentido de responsabilidad social en niños y adolescentes, debe abrirse más a la comunidady mantener una estrecha comunicación con las familias.

«Pero la familia no decide. A las familias se les exige y nada más», atajó Hernán Caraballo Prieto, sastre y vecino de Habana Vieja.

«Nos exigen involucrarnos más con nuestros hijos en su vida escolar, pero sin que eso suponga que la familia pueda decidir cuántas raciones de contenido ideológico nos gustaría que recibieran», dijo Caraballo Prieto, y aseguró que Bad Bunny, durante la jornada del 4 de abril, no solo se escuchó en escuelas secundarias, sino también en varias primarias de su consejo popular.

Contactados, funcionarios de la Dirección Provincial de Educación, negaron tener noticias de violaciones de las normativas y protocolos que establece el MINED para las celebraciones y actividades organizadas por la OPJM.

Con información de DC 

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